Alfonso Candau. Decano del Colegio de Registradores de la Propiedad y Mercantiles de España

"Es mejor hacer una labor preventiva que después demoler casas ilegales"

  • Considera que los registros españoles son de los que mejor funcionan en el mundo

Alfonso Candau inaugurará hoy en Cádiz el Congreso Iberoamericano de Registradores de la Propiedad y Mercantil.

-El Congreso resulta el colofón a los actos que han realizado por el 150 aniversario de la Ley Hipotecaria y del nacimiento de su profesión. ¿Ha cambiado mucho esa ley desde sus inicios?

-Los que la redactaron fueron unos adelantados. Ahora desgraciadamente está en plena ebullición porque antes se decía que el que estaba hipotecado estaba arruinado. En aquella época diseñaron un instrumento muy moderno al que luego se le ha añadido la sociedad de la información que nos ha dado una palanca de expansión tremenda. En esto llevamos 30 años y lo que entonces parecía pintoresco, hoy es una gran herramienta. Le pongo un ejemplo. En los atentados a las torre gemelas del 11 de septiembre saber quiénes eran los dueños de cada oficina llevó dos años. Aquí se hubiera tardado segundos. Los registros en España se hicieron muy bien.

-La semana pasada presentaron el informe sobre la evolución inmobiliaria y mercantil en la provincia relacionándola con Andalucía y España y los datos eran demoledores. ¿Ustedes se limitan a ser simples observadores o pueden aportar también su grano de arena?

-Para empezar lo que tenemos que hacer es realizar bien nuestro trabajo para aportar unas cifras que son ciertas. Efectivamente hay datos estremecedores como que el saldo hipotecario vivo es mayor que el PIB de España. El registro lo que puede dar es confianza, certidumbre. Hay que decir que la economía partía de un escenario exuberante, de un punto exagerado y lo peor es que con la situación actual no se vislumbra una mejora a corto plazo.

-Ustedes también han abogado por que se escrituren los contratos de alquiler para las viviendas por los beneficios que pueden aportar y porque sería más rápido el proceso de salida de un inquilino que deja de pagar. ¿No es complicado regular un campo en el que hay tanto contrato que no pasa por los organismos públicos?

-Eso se tendría que hacer dentro de una reforma global. España es una sociedad anómala porque aquí hay más viviendas en propiedad que de alquiler, al contrario de lo que pasa en otros muchos países. Las leyes existentes prácticamente te obligan a coger una hipoteca y comprar un piso. Sin embargo, considero que el alquiler tiene que ser una buena alternativa. El problema es que éste es un mercado que en algunas ocasiones trata de escapar de Hacienda. Mientras que el de la propiedad está muy profesionalizado y todo muy bien reglado, el de alquiler es un poco amateur. Pleitos sobre alquileres hay muchísimos, pero sobre la propiedad menos.

-Si hay menos actividad inmobiliaria y mercantil, los registros también se resentirán. ¿Cómo llevan a nivel interno la crisis?

-En la actualidad tenemos unos 16.000 empleados en toda España. Se está realizando un esfuerzo de registradores y empleados para acomodarse a la situación. En algunos se ha bajado la actividad en un 50%. En la disyuntiva entre echar a gente o bajar los ingresos, se opta por lo segundo. Ya hay muchos que ni siquiera cubren los gastos, pero no me gustaría centrarme mucho en esto cuando tenemos un país con más de cinco millones de parados. Nosotros, por lo menos, tenemos actividad.

-Uno de los temas que se trata en el congreso es el de las viviendas ilegales. ¿Qué opina de las continuas legalizaciones que hacen los ayuntamientos a este tipo de casas?

-Tengo muy claro que en materia de infracciones urbanísticas es mejor ser preventivos porque después ya no vale. No hay demolición que valga cuando hay que tirar casas que afectan a 40.000 personas porque pasa a ser un problema social. Lo que hay que hacer es comprobar cuando se da la licencia que, por ejemplo, no se construye en una zona verde. Una vez que están las personas viviendo es mucho más difícil ordenar una demolición.

-Su profesión se ha puesto en boga porque es la del nuevo presidente del Gobierno.

-Antes hemos tenido varios ministros, pero no un presidente del Gobierno. La verdad es que le ha dado notoriedad a la profesión, aunque él lleva mucho tiempo fuera de la misma por la política. Ojalá tenga suerte.

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