Bicentenario

Cádiz, en 'La Pepa'

  • Los artesanos de RAS y los diseñadores de Torres&Cosano hablan de la obra de Sara Baras

La piedra y la luz. Cádiz vive un romance milenario. Un ménage à trois eterno en el que se enrosca y se abre al mundo. Una historia de amor a tres bandas que ha forjado la apariencia de su mar, el perfil de su costa y, cómo no, el carácter de su gente. La piedra y la luz de Cádiz. Distintas a todas las piedras, a todas las luces. Cádiz, distinta a todas las ciudades. El punto de diferencia, la personalidad única de sus calles y su gente construyen el basamento de La Pepa de Sara Baras. La propia bailaora y coreógrafa lo ha explicado de una y mil maneras durante este tiempo en el que ha estado preparando el estreno del espectáculo con el que vuelve a la escena de la danza flamenca tras dos años de retirada temporal. Porque La Pepa es un homenaje a Cádiz: a su joya más preciada, a su secreto a voces, a su patrimonio más valioso, que no es otro que su gente. Ese es el Cádiz de La Pepa de Sara Baras.

Para lograrlo, la artista gaditana ha querido tener la complicidad, la experiencia y la profesionalidad de artistas y empresas gaditanas. Además del plantel de buena parte del cuerpo de baile, de músicos y cantaores, Sara Baras cuenta con el vestuario de Torres&Cosano y con la escenografía de RAS Artesanos. Sus trabajos se podrán ver en el estreno de esta noche y durante los cuatro días siguientes en los que el espectáculo se exhibirá en el Gran Teatro Falla.

La gama de colores, las texturas, los tejidos, los guiños a la ciudad... No hay un detalle que no respire Cádiz por los cuatro costados. Así lo quería Sara Baras y así lo han plasmado tanto los artesanos como los diseñadores. Con Teresa Torres vivimos el pase gráfico a la prensa en el mismo Falla. Así, mientras que el cuerpo de baile desfilaba por la escena, José Serrano hacía lo suyo en el baile y Sara Baras entraba regia a las tablas, la diseñadora comentaba, ya en el terreno, todos los detalles de los vestidos que, unas horas antes reposaban en el taller mientras que Torres y Javier Cosano hablaban para este periódico.

Con Ricardo Lores y Antonio Quintana ponemos en orden el montaje, contextualizamos y descubrimos las dificultades y retos a los que se han enfrentado para ambientar un Cádiz que debía ser tan atemporal como enclavado en un momento concreto del tiempo, según la escena.

¿Nervios? Claro, es el denominador común para las dos empresas. Pero también el esfuerzo, el trabajo y la implicación. "Hemos realizado más de 60 salidas (vestuarios) con sus complementos, mantones, detalles...", enumera Cosano minutos después que Tere hablara de "la ilusión" que les ha supuesto que Sara Baras contara, nuevamente, con ellos para poner en pie "este toro que también es complicado de lidiar", ríe Torres. Y es que el taller de la calle Isabel la Católica ha estado prácticamente cerrado durante tres meses para ponerlo "al servicio" de La Pepa de la coreógrafa. "Y con mucho gusto", apuntan los modistos que han participado en la mayoría de los montajes de Sara, "excepto en Juana la Loca, Carmen y Mariana Pineda", apostillan, además de realizar otros encargos como el vestido "del pregón de Carnaval de la bailaora y el de su gira con Josep Carreras", entre otros.

Y si Torres&Cosano ya contaban con la confianza de Baras, para RAS fue un auténtico "orgullo" recibir la llamada de Patricia Baras en la que les informaba que Sara quería contar con ellos. "La propia Sara con su marido y con su hijo vino a nuestro taller para hablar con nosotros del proyecto", comenta Ricardo mientras que Antonio señala que ese gesto de "implicación" de la artista marcó el principio de una "buena relación". "Trabajar con profesionales como Sara Baras es un gustazo porque nosotros nos implicamos mucho en los encargos y tener enfrente a alguien que también es exigente, que se implica y que le importan las cosas es algo maravilloso", cuentan los artesanos con esa pasión contagiosa con la que hablan de su trabajo.

"Sara tenía las ideas muy claras", desde las dos empresas se enuncia esta frase. "Fuimos a su casa y allí nos enseño un dossier con el proyecto y a partir de ahí empezamos a trabajar los tres al unísono. El contacto ha sido fluido durante todo este tiempo", explican Torres y Cosano, que aunque beben de los tiempos del Doce para sus diseños "los hemos tenido que adaptar a la obra porque, no se nos olvide, ellos tienen que bailar con los vestidos".

Así, principalmente, "hemos utilizado el tejido rey de Sara que es la gasa natural a la que se le ha unido abalorios, encajes y bolillos de la época, como el encaje valencien, entredoses, cintas y tocados", relata Torres que también explica que para "las levitas de diputados de ellos" se ha utilizado "sedas naturales como también en los mantones". Elementos que se conjugan en una gama cromática concreta para que el espectador se meta en un túnel del tiempo y para que, además, los bailaores se sientan cómodos. "Son diseños que soportan viajes y horas de escenarios, unas telas muy trabajadas", dicen.

Lo mismo ocurre con la escenografía. "Seguro que la compañía irá a medio mundo con este espectáculo así, además de pensar en el Falla y sus peculiaridades, hemos tratado que las diferentes piezas puedan trasladarse y adaptarse a otras escenas sin problemas", cuentan desde RAS. Y aquí reside el principal reto de los artesanos. La escena del Falla no es llana, tiene un pequeño desnivel, cada metro de escena está elevado 3,5 centímetros, explican. Así, si se introduce algún elemento móvil (no decimos qué será para no desvelar ninguna sorpresa del espectáculo) hay que tener en cuenta este obstáculo. "Eso a nosotros no nos cogía de nuevas porque ya habíamos solucionado algo parecido cuando hicimos la escenografía del Retablo de Maese Pedro", se congratulan.

Antonio, Ricardo y todo su equipo también se han esforzado por encontrar texturas concretas para sus trabajos. De esta forma, las imponentes murallas arcadas que enmarcan la escena nos devuelven la más pura imagen de Cádiz, de su piedra ostionera. "No es una muralla concreta, es atemporal y recuerda a todas". Para ello han trabajado también codo a codo con los iluminadores de la compañía de Sara Baras. Esculturas, carromatos, un precioso teatro de títeres... El trabajo de RAS es completísimo y de altura. "Nosotros estamos muy contentos", deciden.

Contentos con su trabajo y con Sara Baras. Torres, Cosano, Quintana y Lores sólo tienen piropos para la artista. Implicación, profesionalidad y energía en una espiral que se retroalimenta. Valores que emiten y que reciben con La Pepa estas empresas.

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