Los protagonistas de Perdidos no han muerto. La isla no es el purgatorio, donde purgan sus pecados aquellos que pudieron fallecer en el accidente de avión que les llevó hasta el incógnito lugar. Esta interpretación religiosa, que expresaron miles de incondicionales de la serie, fue descartada hace unas semanas por el propio creador, J.J. Abrams (cuya última producción, la vírica Fringe, acaba de estrenarse doblada en Canal +). Perdidos, Lost, una serie que triunfa en todo el mundo menos en España, tras ser maltratada por TVE en las parrillas, regresa esta noche a la cadena norteamericana ABC. El primer capítulo de la quinta temporada se ofrece tras una reposición, como plato estelar de una noche que aún vive la resaca de la toma de posesión de Obama. Perdidos también afronta nuevos tiempos, de futuro. Los protagonistas vivirán escenas de lo que les depara años después. Es uno de los detalles que ha avanzado, enseñando apenas la punta del naipe, el canal estadounidense. Pocas horas después de su estreno, a primera hora de la mañana en España, a buen seguro que ya circularán versiones subtituladas en castellano por internet. Los 'descargadores' profesionales saben dónde encontrar, ávidos, este reencuentro.

Para aquellos que especulan con lo que está pasando en la serie, Abrams también aclaró en su momento que la historia no transcurre en un sueño. Por tanto cuando llegue su final y resolución no se producirá un desenlace tan patético como el de Los Serrano. No estamos ni ante un sueño ni ante una nave que transporta a los seres en una dimensión diferente, en otro tiempo, que es otra de las tramas desbaratadas por sus creadores.

Algunos personajes de Perdidos que estaban enfermos antes del accidente del avión se curaron en la isla. Estas sanaciones milagrosas no se vinculan a ninguna un laboratoria de manipulación genética, por lo que también se rechaza este argumento de la serie. Pero a partir de hoy las dudas y sombras de la isla seguirán agigantándose.