TV-Comunicación

Sara se cae de Telecinco

La intención era buena y la audiencia de Mediaset estaba ávida de que un prime time fuera ocupado por un programa que uniera los conceptos de moda, con blogueros de renombre y tintes de reality. Pero el experimento de Quiero ser, a pesar de los intentos por parecerse a los formatos que han hecho famoso a Cuatro (una mezcla entre Supermodelo y Quien quiere casarse con mi hijo) ha resultado fallido. Con más mofas que aplausos en las redes sociales, hoy en día el barómetro de audiencia más fiable y rápido en el que se pueden fijar las cadenas de televisión, la caída de Telecinco era solo cuestión de tiempo. Demasiado poco ha tardado, apenas dos días, aunque su paso a Divinity, el canal femenino del grupo, esté más que justificado. Un programa que en su previa se vendía como un busca talentos del mundo de la moda en los que diferentes coach dedicados a este sector como la bloguera Dulceida, Madame de Rosa o Cristo Báñez exponían sus puntos de vista de una industria a la que si se se le trata bien, puede llegar a dar muchos frutos.

Por separado parece que iba Sara Carbonero, que aunque estéticamente no se le pueda poner pega alguna, no entonaba sus narraciones todo lo que debía y esto hacía pensar que se estaban viendo dos programas totalmente diferentes. Más empaque le falta a la periodista para estar en un programa de entretenimiento, ya que en algunos momentos parecía leer titulares de un teleprompter.

Los concursantes, igual de flojitos, en un intento evidente más por buscar el encontronazo de carácteres que enfrentara al pijo con el menos pijo, que un tributo al trabajo duro y la evolución personal y laboral.

El programa se emitirá a partir de este lunes, en el nuevo canal, a las nueve de la noche y de lunes a viernes. El domingo será el día reservado para la celebración de la gala en la que los jueces eliminarán a un concursante cada semana. Sara Carbonero ha pinchado en su regreso.

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