Cómo ha cambiado Eurovisión. Cuando comenzó lo más importante era la voz. Hoy en día es lo de menos. La moda y los efectos especiales convirtieron la noche de ayer en un espectáculo futurista. La gala comenzó con un desfile de moda. Los modelos lucían vestidos confeccionados con papel al más puro estilo Lady Gaga y sobre ellos se proyectaba la bandera de cada país participante. Participantes que también desfilaron por el escenario como si aquello fuera una alfombra roja. Una presentación cuanto menos original que terminó con Mas Zemerlow y Petra Mede, los presentadores de la gala, cerrando el desfile como si de los diseñadores se tratara.

Comenzó entonces un show donde las princesas Disney, los superhéroes y los ídolos musicales de los adolescentes estuvieron muy presentes. La cantante belga parecía sacada de una película de High School Musical, la escenografía de la italiana la convirtió en Rapunzel en versión morena y la cantante alemana recordó a Alicia en el país de las Maravillas de Tim Burton. Lo futurista estuvo presente en la vestimenta de algunos participantes. Algunos cantantes como la de Bulgaria, la de Armenia, la de Serbia, los chipriotas o la croata parecían haberse inspirado en el uniforme de cualquier superhéroe para confeccionar su vestuario. Otras como las representantes de República Checa, Austria, Australia o Ucrania lucieron vestidos que bien valdrían para caracterizar a las princesas de la factoría del ratón. También estuvieron representadas sobre el escenario celebrities de lo más conocidas. Kim Kardashian en la cantante de Azerbaiyán y Justin Bieber en el sueco. Hasta los Gemeliers tuvieron cabida a través del dúo británico. Además hubo espacio para los seductores. El representante holandés dedicó un sentido I love you a los espectadores en mitad de su canción, al cantante de Hungría le silbaban hasta sus propios coristas, el francés cautivó con su sonrisa perfecta, el lituano se quitó la chaqueta dejando al descubierto sus músculos y el letón sedujo con su aspecto de chico malo. Por si no era poco este batiburrillo también estuvieron presentes Jesucristo Superstar, a quien se parecía el cantante polaco y el cantante del Gagnam Style, a quien recordaba el representante de Israel. Todo esto estuvo acompañado de momentos sin sentido como el de la presentadora haciendo de chica de la teletienda. La realización y los efectos especiales destacaron en ocasiones por ser demasiado pretenciosos, tanto que, como ocurrió en la actuación de Georgia, llegaron a marear. Como el baile de pies de Barei. Las votaciones también fueron pintorescas. El islandés apareció con un perro y los estilismos eran imposibles. Al menos desde España Jota Abril pronunció el inglés mejor que las encargadas de años anteriores. Pero pese a esta leve mejora en el idioma RTVE cometió anoche un gran fallo de realización que hizo temer que se repitiera lo mismo que ocurrió con las Campanadas de Canal Sur. Por poco nos quedamos sin votaciones.