TV-Comunicación

Fernando Guillén y el teatro en casa

  • 'Imprescindibles', de La 2, recuerda hoy la figura de este actor de inconfundible voz que se dio a conocer en 'Estudio 1'

Fernando Guillén es uno de los imprescindibles de la escena española que llegó a trabajar en más de quinientas producciones para televisión. De modo que no podía ser otro que el programa Imprescindibles de La 2 de TVE el que le dedique esta noche un documental que hace un recorrido tanto por su vida personal como profesional como miembro de una generación que apostó por una alternativa al teatro puramente de evasión. Para ello, este trabajo se desplaza a los lugares que fueron importantes para él. Fernando Guillén: En el uso de la palabra es una producción propia de RTVE, dirigida por Ana Mazuecos y Cristina Zamorano.

Fernando Guillén pertenece a ese primer grupo de actores procedentes de los teatros universitarios que, en convivencia con los actores del teatro tradicional, aportan aires nuevos en una época oscura en nuestro país.

Para este carismático actor y sus compañeros "la palabra" que tienen en escena es mucho más que su herramienta de trabajo, es un arma capaz de transformar una sociedad. Tenían mucho que decir y lo hicieron, burlando la censura y utilizando el escenario como tribuna. Su mensaje sigue hoy vigente.

Sin embargo fue la televisión la que le proporcionó la popularidad y estabilidad económica necesarias que le permitieron poner en pie arriesgadas producciones teatrales. En los albores de la televisión en España, en 1958, debutó con la representación teatral televisada de la obra Pesadilla, de William Irish, bajo las órdenes de Juan Guerrero Zamora. En el mítico programa Estudio 1, de TVE, que arrancó en 1965 y acabó convirtiéndose en el espacio dramático por antonomasia de la televisión, se convirtió en habitual. En él representó numerosas obras, aunque cabe destacar la adaptación de la obra de José Zorrilla Don Juan Tenorio, que llegó a escenificar hasta en cinco ocasiones. Era la época del monopolio total de TVE, única cadena entonces, por lo que las audiencias de Estudio 1, que se emitía en pleno prime time por supuesto, eran millonarias.

También intervino en el espacio Novela junto a su mujer Gemma Cuervo con Levántate y lucha,Marie Curie y El fantasma de doña Juanita, entre otras. Fue actor fetiche en las series de realizadores como Adolfo Marsillach, Alberto González Vergel y Pilar Miró.

La voz, desde luego, fue su seña de identidad. Una voz inconfundible, profunda, seductora, como la de Iván, su personaje en Mujeres al borde de un ataque de nervios. Una voz que le permitió desarrollar su capacidad interpretativa también en el mundo del doblaje.

Aparte de la plataforma que supuso para él la televisión, el cine fue su pasión desde la infancia y a él reservó un lugar de honor, ya en su madurez, de la mano de directores como Pedro Almodóvar, Gonzalo Suárez o José Luis Garci. Con este último compartía su amor incondicional por el cine.

Fernando Guillén es un referente para la profesión por la coherencia que demostró a lo largo de su carrera y por el compromiso que asumió con la sociedad en la que le tocó vivir. Ese es su legado y así lo reconocen en el documental que ofrece La 2 los jóvenes actores, herederos de aquella generación. Ellos rinden de esta manera su particular homenaje a un maestro de los escenarios como Guillén.

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