José Luis Barcelona, sí, con ese apellido, fue el primer catalán en saludar desde TVE, desde Balcón de Miramar, el 14 de julio 1959. En castellano, de acuerdo, pero fijando desde un primer momento la parcela del segundo gran centro de producción de la cadena pública. En 1966, con el nacimiento del UHF, de la Segunda Cadena, el canal de las minorías y de los dobles sentidos, escapando de la mirada directa de El Pardo, el centro catalán producía la mitad de los contenidos de una programación que no llegó a toda Andalucía hasta 1978. Con los años la producción barcelonesa se hizo tan decisiva que La 2 se dirige desde 2010 en los despachos de TVE en Sant Cugat, instalaciones donde se encuentran unos 600 trabajadores, que no temen por sus puestos como los 225 despidos que recientemente hubo en TV3. Las emisiones de Teledeporte y los contenidos propios de Clan, como Los Lunnis, se hacen también en la TVE catalana. Al lado de los peluches el divulgador Eduard Punset grababa su desaparecido Redes, y donde funcionan otros espacios como Repor o La mitad invisible. Cataluña nunca ha estado marginada ni olvidada en la cadena pública, al contrario, sin importar régimen o partido en el gobierno a lo largo de más de medio siglo. Incluso en 1973 las campanadas de Nochevieja se retransmitieron desde la barcelonesa plaza de Sant Jaume, pero al año siguiente se regresó a la Puerta del Sol.

Desde Sant Cugat se ofrece desde febrero de 1997 el incansable concurso Saber y ganar, con Jordi Hurtado y firma de Sergi Schaaf, creador de muchos otros formatos como aquel 3x4, de donde surgió Julia Otero, o El tiempo es oro, con el infortunado Constantino Romero. Eran también voces de la radio barcelonesa, como en su momento lo fueron Luis del Olmo, Jordi Estadella o Javier Sardá. El que fuera presentador de Crónicas marcianas y que comenzó a repartir gallifantes del olímpico Mariscal en Juego de niños debe su proyección a un creativo visionario, Joan Ramón Mainat, quien dio el verdadero impulso a la fábrica multimillonaria de La Trinca, la productora Gestmusic. Mainat falleció en 2004 y sus Crónicas no se mantuvieron mucho más tiempo en la parrilla. Desde entonces Sardá, metido a polemista en La Sexta, no ha vuelto a reverdecer éxitos. Y los de La Trinca con Gestmusic acabaron como el rosario de la aurora cuando Endemol, la multinacional matriz, fue adquirida por Mediaset y se marcharon de la misma empresa que habían fundado. Mediaset experimenta ahora en Barcelona con 8TV, tras un acuerdo con el Grupo Godó. Sandra Barneda, que ahora no aparece a nivel nacional, ha sido la avanzadilla de Telecinco en este canal catalán.

Gestmusic produce en San Just Desvern los dos concursos vespertinos de Antena 3, Ahora caigo y Boom, éste con Juanra Bonet, surgido de la desmoronada cantera de Andreu Buenafuente, El Terrat. Tinet Rubira, forjado en Sant Cugat, fue el presentador del recordado musical Plastic y mano clave en fenómenos como Operación Triunfo. Está al frente de la productora que acaba de rescatar Tu cara me suena. El show lo presenta Manel Fuentes, ex conductor de las mañanas de Catalunya Radio, con Ángel Llácer en el jurado, que tiene a su vez un reconocido programa en la autonómica TV3, y entre los concursantes, tres actores surgidos de Buenafuente: Silvia Abril (pareja de Andreu), Edu Soto y la madrileña Ana Morgade. El late-show de Buenafuente y Berto Romero en La Sexta, En el aire, fue perdiendo espectadores en la última temporada, hasta quedar por debajo de la media de la cadena. Atresmedia no lo renovó y ahora pasan a la plataforma Movistar +. También La 2, de marcada vocación cultural, desde que se encuentra en Sant Cugat ha perdido casi la mitad de sus espectadores y su media está en el 2,7%.

La redacción deportiva en Cataluña se ha solido encargar históricamente de las retransmisiones de baloncesto o de balonmano (los equipos catalanes copaban aquellas ligas) y las inversiones y presencia en esta vertiente se ampliaron a través de los Juegos del 92. De aquel equipo que lideraba Juan José Castillo (narrador del tenis de la generación de Santana y Orantes), y donde estaban José Félix Pons, Olga Viza o Pedro Barthe, surgieron también Pedro Ruiz o Mercedes Milá. La de Gran Hermano voló rápido y alto y en 1982 no dudó en quitarse al primer programa a su compañero de viaje en Buenas noches, Joaquim María Puyal, todo un ídolo para los espectadores catalanes. Su hermano Lorenzo, corresponsal de TVE ahora en Roma, fue el icono de los informativos de Torrespaña.

TV3, (autodenominada ahora "nacional", no autonómica) que llegó a ser la cadena más prestigiosa de España antes de derivar en una simple herramienta del independentismo, fue la cantera para nombres como Susanna Griso, del matinal de Antena 3, Espejo público. En las dos últimas temporadas ha notado cómo se despegaba en audiencia su rival, Ana Rosa Quintana. Su competencia en Los desayunos de TVE, María Casado, surgió de la radio pública catalana y será quien conduzca hoy en La 1 el especial elecciones. La responsable de El Tiempo en TVE, Mónica López, fue suspendida el año pasado de empleo y sueldo por su vinculación a una empresa externa, Meteoplay. López, que relevó a José Antonio Maldonado en 2008, era uno de los rostros más populares de TV3 cuando fue llamada por Javier Pons, director entonces de TVE y que anteriormente había gestionado El Terrat. Pons, como Ramón Colom en los años 90, colocaron a paisanos en primer fila. El alumno más aventajado de Pons fue Jordi Évole, que de secundario en Buenafuente ha pasado a ser el periodista más premiado y con mayor credibilidad, a través de su siempre polémico Salvados de La Sexta, y con algunas entregas discutibles, inclusive su mockumentary sobre el 23-F.

De la SER en Cataluña, muy influyente, y de Canal +, con la siempre alargada sombra del FC Barcelona, surgió Josep Pedrerol, faro de las broncas futboleras, con programa diario en La Sexta y en Mega. También Radio Barcelona, la de Gemma Nierga o Carles Francino, fue la cuna de Jordi González (su primer éxito fue en Canal Sur, Todo tiene arreglo), el del debate de Gran Hermano, uno de los rostros mejor pagados de Telecinco; o de Frank Blanco, el presentador de Zapeando. La integración en Madrid no ha sido nunca problema para los catalanes y la muestra es la química que se produce entre colaboradores de distintos puntos del país, como bien sabe la chica de Mollet, Anna Simón. Sandra Sabatés, de Granollers, es la escudera de Wyoming; como Maxim Huerta lo era de Quintana, en Telecinco. El barcelonés Jorge Javier Vázquez sólo puede tener buenas palabras sobre Madrid, como su paisano y jefe en La Fábrica de la Tele, Óscar Cornejo, marido de Jaume Collboni, candidato socialista a la Alcaldía de Barcelona. Una actriz surgida de la televisión local de Barcelona, Marta Torné, se ha revalorizado en Telecinco, con Cámbiame.

Se produce química cuando se entrelaza el mapa, como da fe cualquier reality o los concursos de cocina. Masterchef en La 1 es ejemplo de conexión de sus protagonistas, como puede reconocer el chef Jordi Cruz. Unos paisanos y amigos, los hermanos Torres, han sido la última incorporación al day time de La 1. Por las tardes está un climatólogo de Manresa, Jacob Petrus, con Aquí la Tierra.

En Atresmedia la productora barcelonesa Diagonal lleva el serial Amar es para siempre, continuación de Amar en tiempos revueltos de La 1, autora de las series más españolistas de estos años, como las biográficas Isabel o Carlos, rey emperador, aunque fuera vetada para rodar en rincones monumentales de Barcelona. Desde un origen catalán ha partido la serie más patriótica de la historia de TVE, El ministerio del Tiempo, con una protagonista catalana encarnada por una madrileña (Aura Garrido), y un soldado de los tercios interpretado por un valenciano de la cantera de TV3, Nacho Fresneda.

El humor de El Terrat funcionó a ratos con Homo Zapping, sin embargo los intentos de trasladar la sátira catalana de Polònia o Crackòvia (de Minoría Absoluta) a TVE, Antena 3 o Telemadrid, nunca ha funcionado. Por nuestra pantalla también vemos a Risto Mejide, en Atresmedia tras dar un portazo en Mediaset y que regresaba esta semana con interesantes entrevistas a los líderes de este domingo; a Sandra Daviú, en TVE; a Cristina Villanueva, en La Sexta... la presencia de catalanes en la televisión es abundante, como el movimiento de negocio audiovisual español en torno a Barcelona, evidencia de una normalización e integración que se aleja de los reproches de arrinconamiento y desprecio que propugnan los independentistas. Y la información sobre Cataluña es también mayoría en los noticieros respecto a cualquier otra comunidad. Ahí tienen la mayoría absoluta desde hace años.