Juanjo Artero. Actor

"Si estuve muy encasillado, también tuvo su lado positivo"

  • El 14 de julio, 36 años exactos después de haber llegado por primera vez a Nerja para 'Verano azul', estrena su espectáculo teatral 'El milagro de la tierra'.

Ha querido tener un homenaje íntimo con la localidad que le dio tanto. Juanjo Artero estrenará el 14 de julio su obra de teatro, un monólogo, El milagro de la tierra, en el centro cultural Villa de Nerja, 36 años después, el día exacto, en que llegaba a la población malagueña para preparar el rodaje de Verano azul. Es una forma de expresar su cariño por Nerja y a tantos amigos que allí tiene quien sigue siendo conocido como Javi, después de haber sido Charlie durante diez años en El Comisario, capitán del Estrella Polar en El barco o Víctor en Amar es para siempre durante el último año. El milagro de la tierra, una producción del propio Artero junto a su amigo y relaciones públicas Toni Flix, es una obra de Juan Asperilla dirigida por Laila Ripoll, flamante premio Max por El triángulo azul.

-El milagro de la tierra es una obra de reflexión existencial. Aunque no sea biográfica, ¿Nerja está tan presente como para estrenarla en esta localidad?

-Mi cariño por Nerja me sale del corazón, como un bombeo que sale de forma natural. Y este monólogo ha surgido así. En el texto de Asperilla están expresadas mis inquietudes, aunque no sea un monólogo biográfico. Sin ser yo, tiene mucho que ver conmigo. La obra bien podía llamarse El sentido de la vida, pero el título ya nos lo birlaron los Monty Phyton...

-Cuando no lo veíamos en televisión es porque usted estaba en el teatro...

-Estaba, por ejemplo, creando la compañía Micomicón con Laila Ripoll, que es hija de Concha Cuetos. El teatro siempre ha estado ahí para mí y llevaba años queriendo hacer una obra así. Me he reunido de un gran equipo, como Arturo Martín Burgos, último escenógrafo en ganar un Premio Max. Estas obras se producen a través de la energía, y eso se lo debo a la implicación de Toni Flix.

-¿Estrenar un obra tan personal en Nerja tiene algo de reconciliación?

-Yo no tengo que reconciliarme con Nerja por Verano azul. Si en mi juventud estuve muy encasillado por la serie, también tuvo su lado positivo de tener que luchar mucho más en esta profesión. Son cosas que pasan cuando tienes 17 años y te encuentras con un éxito muy grande. Pero el público siempre me ha mostrado su cariño y Nerja, cada vez que vengo, muchísimo más.

-Tras tantos años de broma por las reposiciones de Verano azul, a la serie de Mercero se la respeta mucho por lo que supuso en su contexto.

-Había 15 millones de espectadores viéndola y eso ahora sólo se consigue si España juega la final de Mundial. La serie se la han tomado en serio las generaciones posteriores y su último pase por La 2 dio que hablar. Con el tiempo al final forma parte de la historia de todos. Te pasa también con las canciones, las escuchas de nuevo y aunque no te gustaran, ahora le das otra forma y las sientes de manera distinta.

-¿Qué valor le da usted ahora a Verano azul?

-Mercero produjo una serie avanzada a su época. Parte de su éxito es porque trasladaba por primera vez el lenguaje de la calle. Nos hacía decir "jo,", como lo decíamos en la vida real. En esa serie por primera vez en TVE se habla del divorcio, de la interrupción del embarazo, incluso de la regla, que eso causó mucha polémica en Prado del Rey...

-¿Qué recuerda de su primer día de Nerja? ¿Cómo fue aquel 14 de julio del 79?

-Sólo tengo que pasear por Nerja y recordar en cada esquina mi primer día, mi primer paseo por la playa... En agosto rodaba por primera vez y me recuerdo con el bañador, me daba vergüenza ponerme desnudo ante las cámaras. Mi primera escena fue con Carlos Larrañaga y en ese momento te das cuenta de que había que tener responsabilidad.

-¿Hay muchas cosas de 1979 que todavía contempla en Nerja?

-Aunque Nerja ha cambiado se reconocen muchas cosas, las sensaciones en el Balcón de Europa son las mismas, si paseo por la calle Carabeo... En Nerja he vivido en tres casas distintas y en cada verano he intentado volver siempre que he podido. El parador es una maravilla absoluta, y en la terracita de Anahi me sigo pidiendo, como entonces, una hamburguesa y un panqueque de dulce de leche. Y voy a comer al chiringuito de Ayo, que sigue haciendo sus paellas, como las que se ven en la serie.

-Y Miguel Joven, Tito, es una institución en Nerja.

-No habría nadie mejor para enseñar las cuevas de Nerja. Y te descubre rutas que no sospechabas. Es el mejor embajador.

-Tanto él como usted lo intentaron con la música.

-En mi caso, lo mejor que podía hacer por la música de España era dejarla para siempre.

-¿Mantiene el contacto con los compañeros, con actores, con técnicos?

-Lo mantenemos porque al cabo de dos años de rodaje nos sentimos todos como una familia. Pero familia de las de verdad. Mantengo contacto con todos y para los técnicos nosotros somos como sus hijos.

-¿Por qué sólo usted ha seguido en el mundo de la interpretación?

-Seguir con la interpretación no es haber tenido más o menos mérito que los demás. La vida de cada uno es el camino y cada camino es muy complicado. Cristina Torres (Desi), por ejemplo, es una gran actriz que está desaprovechada, tiene una gran imaginación. Esto de ser actor es una locura maravillosa. Es empeño, es suerte. En mi caso es que les dije a mis padres que yo sólo podía ser actor o vagabundo. Me empeñé en ser actor. Me ha costado lo mío, pero tenía que confiar en mí mismo.

-A Charlie, el de El Comisario, le debe usted, como poco, una caña de cerveza...

-A Charlie le debo muchísimo, por supuesto. He hecho como ese personaje un cameo de dos capítulos en El Príncipe. Ha sido una experiencia maravillosa, porque era el mismo equipo de rodaje. Ahora será raro verle con traje, porque Charlie es ahora el comisario. Es el personaje que me hizo madurar ante el espectador de toda la vida.

-¿Los jóvenes que usted mandaba en El barco lo han tenido más fácil que usted para tener éxito?

-Son unos actores estupendos, gente guapa, pero también guapos por dentro. Lo han tenido también muy difícil porque ahora hay más competencia.

-¿Y la experiencia de estar en una serie durante un año entero, como Amar es para siempre?

-Hay que valorar la calidad de las series diarias en España. Qué gran trabajo se hace. Tras estar un año entero grabando una serie estoy en condiciones de que me echen lo que sea. Me gustaría hace una comedia con público, escuchar las risas. Después de una serie diaria eres como un agente de operaciones especiales: no hay nada más duro para un actor.

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