maría ibañez. reportera de 'fronteras al límite' (TVE)

"Este programa es una forma de dar voz a los que no la tienen"

  • El nuevo 'docurreality' de los miércoles en La 1 refleja los peligros en las fronteras de países conflictivos como Venezuela, Colombia o Bolivia

Las fronteras con historias que contar han encontrado un hueco en TVE. La pública emite mañana (después de Águila Roja) Fronteras al límite, un docurreality que recorre el mundo para retratar el día a día de las aduanas más peligrosas. La productora Molinos de papel (Callejeros) está detrás de esta nueva apuesta que ha cobrado vida con la reportera María Ibáñez, así como con Mercedes Forner y Álvaro Martín. Juntos se han adentrado por primera vez en algunas de las zonas fronterizas más peligrosas del mundo, para descubrir las redes de crimen y contrabando que se mueven alrededor de las aduanas internacionales. Han pasado miedo, pero el resultado es un producto interesante, veraz y de plena actualidad.

-¿Cómo decidió involucrarse en este programa con un formato tan novedoso y actual?

-Me llamó Jaime Silva (el director) y me contó en qué consistía el formato. Desde la productora, Molinos de papel, ya estaban trabajando en otros productos de corte internacional, como Policía internacional, y la verdad es que son programas de actualidad y calidad. El formato de éste me encantó y me pareció que las historias que queríamos contar son increíbles.

-¿Por qué se centraron en las zonas fronterizas?

-Nos dimos cuenta que en las fronteras suelen haber conflictos casi siempre, hay casi una guerra diaria y abierta entre las autoridades y los contrabandistas y narcos. Muchas veces la corrupción está a la orden del día. En un capítulo un agente incluso nos reconoce ante la cámara que cobraba por dejar pasar las mercancías...

-Imagino que las amenazas han estado a la orden del día. ¿Cómo han hecho frente al miedo durante la grabación?

-Sí, ha habido amenazas, violencia incluso en alguna ocasión. De un barrio de Colombia nos echaron cuando vieron la cámara. Pero es que en otros sitios no nos dejaron ni empezar a grabar. ¿Miedo? Pues sí, se ha pasado mucho miedo, por supuesto. Pero nuestro miedo no es nada con lo que pasa mucha de la gente que vive allí, cerca de las aduanas peligrosas. En algunos sitios el descontento y el pánico de los ciudadanos era tal que nos paraban por la calle para contarnos sus historias, que no podían ni vivir allí, que era imposible.

-¿Pensó en tirar la toalla alguna vez en que su vida llegó a correr serio peligro?

-Sí, claro que se piensa, pero merece la pena porque este tipo de programa es una forma de dar voz a los que no la tienen. En Bermejo (Pozo del Bermejo, en el extremo sur de Bolivia) éramos casi los primeros españoles en pisar allí. Y lo sorprendente es que había un hotel... ¡una forma que tenían los narcos de blanquear el dinero, claro! Como era el único tuvimos que alojarnos allí. Todo el mundo nos señalaba porque allí todos se conocen. Así que sabíamos de sobra que entraban a nuestras habitaciones para registrarnos y saber qué estábamos haciendo. Fue como dormir en casa del enemigo.

-A usted le tocó también viajar en el llamado 'tren de la muerte', ¿no es así? El que realiza el recorrido entre México y Estados Unidos.

-Sí, hice un trayecto entre dos pueblos que duró varios días. Durante algunas horas incluso perdí la comunicación con todos porque no había cobertura para el móvil y estábamos allí, solos. Pero comparar nuestro miedo al de la gente que viaja en ese tren es ilógico. Ellos cuentan ya con que les maten; ellos sí que tienen miedo. Lo nuestro es miedo europeíto.

-¿Qué lleva a un periodista a arriesgar su vida por contar una historia tan importante?

-No lo sé, quizás creer firmemente en lo que haces. Y en las historias que estás contando. Todos los periodistas llevamos a un curioso dentro, tenemos un placer innato por lo desconocido. Cuando me plantearon hacer el programa me pareció fascinante. Llevo 17 años de profesión pero entrar donde casi nadie ha entrado antes... ¡hay que hacerlo!

-¿En qué se parece Fronteras al límite a En tierra hostil (Antena 3)?

-Sí que se pueden parecer, sí, en principio claro. En los dos accedemos a países donde nos topamos con hostilidad a la máxima potencia. A los protagonistas de nuestras historias, en ambos casos, no les interesa en absoluto que las contemos. Y allí no hay libertad de prensa. En nuestro caso nos hemos centrado en las fronteras, en las aduanas peligrosas porque constituyen en sí misma un hábitat diferente.

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