TV-Comunicación

El relevo de hace diez años

  • Ana Rosa Quintana llegó en enero de 2005 a Telecinco y derrotó en el liderazgo matinal a María Teresa Campos, tras once años en la cima.

La actual estrella inamovible de las mañanas no es esa presentadora estelar que ha estado en primer plano desde que era una novata. Aunque la primera aparición de Ana Rosa en TVE data de 1980, cuando anunciaba los programas musicales en la revista 625 líneas (entonces era más que un rostro, una voz, una de las 'chicas Inter' de la madrileña Radio Intercontinental), su popularidad en televisión no se produjo hasta 17 años después, tras ser recuperada por Telecinco para el programa Veredicto y aterrizar en Antena 3 con Extra Rosa, de cronista muleta de Rosa Villacastín. Entonces competían con el monstruo hepático, Qué me dices, un Sálvame de Disneylandia.

Ana Rosa Quintana (Madrid, 1956) ha cumplido diez años de líder de las mañanas en Telecinco, pero antes de tener su propia productora, Cuarzo, creada en 2001, y hasta una revista con su nombre, esta Oprah Winfrey española estuvo mucho tiempo en la infantería de la radio. Ana Rosa presentó en 1982 la última edición del Telediario, pero ella prefería el medio que le dio más cariño y pasó por la pública Radiocadena y por Antena 3 Radio. Cuando se puso de nuevo ante las cámaras rondaba los 40 años. Aquel Extra Rosa que la llevó a primera fila se quemó rápido, pero Antena 3 se quedó con la Rosa más carismática, y la pusieron al frente de Sabor a ti, para competir ante las telenovelas de Telecinco. Ya cuajada, Quintana se hizo con las tardes, dio oportunidad a retoños como Jaime Cantizano y a un cronista risueño como Jorge Javier Vázquez, lenguaraz reportero del Pronto que caía en gracia al público que estaba en el plató. Ana Rosa tuvo 2.000 programas en A-3 y también un libro que por plagio que tuvo que retirar, Sabor a hiel. En 2004 andaba con desgaste, pero la fortuna le sonrió: la fichaba Telecinco para ocupar las mañanas. Llegaría a su nueva cadena en cuanto diera a luz sus gemelos.

En Mediaset andaban desconsolados porque se les había ido el principal puntal. María Teresa Campos, imbatible desde que en 1996 fuera fichada desde TVE por 500 millones de pesetas para que trasplantara el Pasa la vida. Con Día a día emigró con Paco Valladares y toda la pandilla, que igual montaba una tertulia como un teatrillo, herederos del espíritu de Hermida. Campos (Tetuán, 1941) profeta de AR, también había encontrado el estrellato pasados los 40, tras una trayectoria intensa en la radio, en especial en su Málaga. Hace algo más de diez años nada se movía en las mañanas sin el permiso de Teresa, que en 1998 se salió con el gusto de montar un mesa de debate de actualidad. Ahí tenía toda la razón. Escapó del marujeo y a la hora del aperitivo analizaba la política, tal como aprendió su futura sucesora, precediendo a Al rojo vivo y Las mañanas de Cuatro.

Pero el público de Telecinco no siguió a María Teresa hasta Antena 3. Al menos no en la cantidad que se preveía. La cadena de Planeta, que falló con Juan Ramón Lucas o Alicia Senovilla, pagó 6 millones de euros por alguien que garantizaba un millón de espectadores, pero no fue así. Carolina Ferre le plantó cara y Cada día se fue desinflando. María Teresa profirió un "gilipollas" en antena dirigido a Paolo Vasile que le salió caro. Y a partir del 10 de enero de 2005, cuando arrancó la reciente mamá con El programa de AR, la derrota ya fue imparable. Tras recortar el tiempo, Campos se esforzó con Lo que in-teresa, y finalmente Antena 3 claudicó. Para después del verano de 2006 llamaron a la chica del Telediario, a Susanna Griso. A lo largo de este tiempo la catalana, en quien no todos confiaban, con Espejo público, ha sido una fuerte rival para Ana Rosa, pero sin llegar a derrotarle. El relevo generacional sucedido hace un decenio sigue firme. Telecinco sigue mandando tras el desayuno desde hace casi veinte años.

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