La Diputación de Valencia ha sacado a concurso la contratación de los servicios para la creación de una cadena provincial que venga a ocupar el hueco de Canal Nou, la corporación autonómica liquidada hace un año, con el despido de sus más de 1.200 trabajadores al no asumir sus millonarias deudas. La propuesta de la Diputación ha generado la indignación en la oposición y en el comité de empresa de la desaparecida cadena.

El gobierno provincial valenciano del PP, dirigido por Alfonso Rus, ha librado 3,2 millones para este canal que, según el pliego de condiciones, nace por "la conveniencia de ofrecer a los ciudadanos un servicio de comunicación audiovisual televisiva que les permita acceder al conocimiento de la información, la cultura y la actividad administrativa más próxima". Se concibe una parrilla de 13 horas diarias, con espacios de conexiones locales, agricultura y medio ambiente, fiestas locales, deportes, un espacio gastronómico y la previsión meteorológica, junto a una "programación cultural valenciana", ofrecido en idioma valenciano en un 90%.

Los grupos de la oposición en las Cortes Valencianas han advertido que esta televisión puede suponer un "fraude de ley" y una "malversación de fondos públicos" tras el recnte cierre y masivos despidos de Canal Nou. Recuerdan que el propio Rus votó a favor de la clausura de la cadena autonómica "con la excusa de que no había dinero para escuelas, ni hospitales". Desde el PSOE se ha respondido que "si se destina un solo euro a montar un aparato de propaganda con dinero público lo denunciaremos a la Fiscalía", y se advierte que la Diputación valenciana no tiene competencias audiovisuales para hacer una cadena provincial, ya que el Plan de la TDT contempla demarcaciones autonómicas o locales. Desde la oposición se observa que esta situación es una muestra del desbarajuste de poder en el seno del PP valenciano.

El comité de empresa de la RTVV respondía ayer que se opondrá "con todos sus medios" a la creación de una televisión de ámbito provincial destinada a suplir Canal Nou, apreciando en el proyecto varios supuestos de ilegalidad. Los profesionales lamentan que Rus fuera uno de los diputados que votó en contra del cierre de la cadena autonómica hace exactamente un año. "Dado que Rus ha manifestado en varias ocasiones que no salía en RTVV, podemos pensar que se trata de una actuación enmarcada en la lucha entre dos sectores del PP en precampaña electoral y no orientada a ofrecer un servicio público a los ciudadanos", observa el comité. La representación de los despedidos condena que esta nueva cadena provincial vaya a usar la señal en la TDT de la clausurada Canal Nou, cierre que ya ha costado 200 millones.