Regresó a Onda Cero en el verano de 2007 y Julia en la onda está más que asentado en la franja vespertina. Con su vertiente de participación y amplios espacios de tertulia, a esta periodista gallega de nacimiento criada en el barrio barcelonés de Poble Sec le gusta opinar y que todos opinen. Su presencia en las redes sociales es muy intensa, incluidas polémicas como un texto independentista que nunca firmó aunque haya seguido circulando con su nombre, o el reciente comentario sobre el aval a Rodrigo Rato. Se la recuerda por sus etapas televisivas, con 3x4, La luna o Las cerezas, pero Julia es sobre todo radio, el medio en el que comenzó hace más de 30 años.

-Siempre se dice que ya está todo inventado en la radio, por mucho que se esfuerzan los de la radio en innovar…

-Hay que innovar, sorprender y nunca se sabe si ya está todo inventado.

-Durante este verano se habló mucho de una mala relación con su compañero en las mañanas, Carlos Herrera, y que él se iba y se tambaleaba la programación de Onda Cero.

-En ese momento te das cuenta de que si se cuentan noticias falsas de algo que tienes muy controlado y sabes que no es así, imagínate cómo tiene que ser todo aquello que no controlas… Carlos Herrera y yo somos compañeros y amigos, seguimos en Onda Cero y cuando surgió todo aquello él estaba haciendo en esos días el Camino de Santiago y me mandaba fotos, eso demuestra que de mal rollo, nada..

-En una cadena de 'líderes' diversos (Herrera, Alsina, usted) ¿Se puede enganchar a todo el público aunque uno tenga una opinión muy marcada?

-Me gusta tener todo tipo de colaboradores y de todas las tendencias. Al margen de mis opiniones procuro en una radio generalista llegar a un público universal. De izquierda y de derecha, católicos y ateos... Me gusta y respeto toda esa diversidad. Siempre he querido tener en mi programa todo el inventario posible y por eso se han incorporado Juan Carlos Girauta, Manuel Delgado…

-En su programa prima el análisis y la opinión pero desde distintas posturas ¿acepta todas las opiniones?

-Respeto todas las opiniones de mis colaboradores y de mis oyentes, pero siempre y cuando no me obliguen a acatarlas. Tengo amigos de todos los partidos, pero no me gusta la intolerancia ni el sectarismo. Por ejemplo en el tema del aborto respeto las opiniones antiabortistas, pero no que me impongan su moral. Hay temas en los que no se puede ser neutral aunque haya que ser objetivo.

-Hay quien querrá clasificarla políticamente. ¿Cómo se define?

-Yo por supuesto no soy conservadora. Soy liberal. Pero liberal de cintura para arriba y de cintura para abajo. No sólo en la cartera, como algunos. Mi manera de ser impregna mi forma de vida y mi trabajo. Lo bueno es la riqueza de matices. Cada programa tiene el sello de quien lo conduce y después el comunicador se pronuncia o no. Entiendo que la COPE nunca vaya a contar con alguien como yo.

-¿Y qué le parece que en el grupo Atresmedia convivan Onda Cero, Antena 3, La Sexta…?

-Me parece una estrategia inteligente. La Sexta, La Razón, Onda Cero, son diferentes sensibilidades, que se dirigen a universos distintos. Es lo normal en estos tiempos, que hay concentración de medios en un mundo competitivo. El periodista tiene que saber dónde está y saber a qué no está dispuesto a renunciar. Y yo lo tengo claro.

-La reina Letizia llegó a piropear hace poco "a los periodistas valientes".

-Fue un discurso muy acertado procediendo además de una mujer que fue periodista. Hay que ser valientes ante el poder y los políticos. Los partidos no acabaron de analizar la situación y se llevaron una sorpresa con Podemos. Al final aprenderán con dolor porque es comprensible el estado de cabreo de la ciudadanía. Con todo lo robado en España no habría hecho falta recortes.

-Su inquietud en las redes sociales es visible.

-Empecé tarde. Llevo sólo tres años en Twitter. Me enganché. Mi cuenta me pertenece a mí, ahí soy completamente libre, y sé que tiene unos riesgos evidentes. La obligación es pronunciarse con responsabilidad sabiendo que lo que hay en las redes no es toda la realidad, pero forma parte de la realidad, aunque hay millones de personas que no estarán nunca en twitter. Las redes te dan la pista, el aroma social, la preocupación .

-¿A quién bloquea?

-Bloqueo a los maleducados, a los que insultan. Las redes están para reflexionar y la discrepancia es el principio de lo que debe ser un diálogo.

-¿Volverá con más especiales Ciudadanos para Antena 3?

-Dejaron buen sabor de boca en la audiencia y en la cadena. A mí también. Fue un desafío que no descarto repetir, pero en la radio con tres horas diarias no es fácil.

-¿Cómo ve el futuro de TVE, donde la descubrió el público?

-La televisión pública tiene que cumplir con su deber, en lo informativo y en el entretenimiento. TVE debe ser rigurosamente plural, fuera de las garras de los políticos. De lo mejor que hizo Zapatero fue el modelo de la TV pública, que volvió a ser líder. Si han perdido ese liderazgo es porque la gente no se cree los informativos. Nos hemos alejado otra vez de la BBC.

-En TV3 hizo durante 4 años el magacín vespertino, La columna.

-De lo que más orgullosa me siento de todo lo que he hecho en TV. Nos divertimos mucho, teníamos resultados espectaculares y nos dieron un Ondas. Entonces no había mayoría absoluta en la Generalitat y eso permitía más libertad en TV3.

-Apareció en El Objetivo antes de la entrevista a Mas ¿cómo está viviendo la situación catalana?

-No soy independentista pero estoy rodeada de gente que sí lo es. Había convivido sin problemas hasta ahora, pero la atmósfera se está espesando cada vez más. Se han dejado pudrir las cosas y el 80% de los catalanes querría pronunciarse, lo que no quiere decir que acepten una independencia.