TV-Comunicación

El trastero de los canales

  • La pantalla de casa carga con una lista negra de ficciones que nunca debieron estrenarse, como 'Animal practice', 'Melrose Place 2.0' o 'The event'.

Un insulto a la inteligencia y a la paciencia del espectador. Tanto él mismo como las cadenas han sido testigos de auténticos fiascos televisivos que no terminaron de enganchar a la audiencia, y mucho menos convencieron a los mismísimos creadores y guionistas de estas ovejas negras de la pequeña pantalla.

Tan sólo nueve episodios fueron necesarios para que la NBC descubriese que Animal Practice, una comedia sobre un veterinario poco ortodoxo en sus métodos de trabajo, provocaba más malestar que carcajadas. Un gran hospital veterinario repleto de animales y un doctor que congenia mejor con ellos que con los de su propia especie se convirtió en el planteamiento de esta sitcom. Toda una intentonta de Dr. Dolittle, que caía en el humor absurdo y ridículo para abusar de excentricidades. Para más inri, el elenco dejaba mucho que desear: falta de química entre la pareja y poca convicción en la interpretación. Algunos animales lucían mejor que los propios protagonistas, y no es un disparate pensar que el guión estuviera escrito por ellos.

NBC es una de las cadenas que más ficciones ha visto perecer ante sus ojos, aunque también es verdad que es la que más arriesga y apuesta por formatos e historias por las que otras no pondrían la mano en el fuego. Por eso, otra serie norteamericana, The Cape, duró una temporada de diez episodios tras su nefasta cosecha en términos de audiencia. Una metrópolis ficticia en la que Vince Faraday (David Lyons) es acusado de un asesinato que no ha ejecutado y debe huir. Inspirado en el cómic de su hijo, Faraday se convierte en un héroe enmascarado para dar rienda suelta a una trama pobre en esta aventura de corte fantástico. Sin embargo, eran demasiadas las debilidades de la bienintencionada historia de Tom Wheeler, puesto que los diálogos irrisorios, la poca fuerza de los personajes y situaciones tan fuera de lo normal complicaron tomarse en serio The Cape.

La Fox no estaría de humor tras ver evolucionar I Hate My Teenage Daughter, una sitcom sobre dos madres con dos hijas adolescentes díficiles de tratar. Aunque el piloto recibió una buena crítica, el segundo auguró un fracaso estrepitoso. Culpa de ello lo tiene un argumento demasiado infantil, por lo que la comedia estadounidense sobrevivió en pantalla menos de un año.

Un poco más longevo fue el remake que The CW llevó a cabo sobre el drama romántico Melrose Place, que adoptaría el mismo nombre seguido del 2.0 para diferenciarla de su antecesora. El ingrediente telenovelesco quedó ignorado en esta especie de secuela, por lo que los seguidores de los desvaríos de los inquilinos del conjunto de apartamentos de Melrose en Los Ángeles no dudaron en comparar a los nuevos personajes con sus predecesores. Además, la falta de capacidad de los guionistas acuñó a la serie melosidad; característica que chocaba con la madurez de esa primera parte que estrenó la Fox.

Otro de los dramas peor acogidos ha sido el de Zero Hour. La serie de ABC fue cancelada tras tres episodios debido a una trama insulsa que mezcló conspiraciones y tópicos cinematográficos, dando rienda suelta a un thriller en la que la vida de un hombre cambia drásticamente después de que su mujer sea secuestrada. Una decepción que recuerda a The River, que en Cuatro ha pasado con más pena que gloria y se suma también a una larga lista de fracasos en televisión.

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