Telecinco estrena esta noche la octava temporada de La que se avecina, la comedia más consolidada y seguida de la parrilla española. Los vecinos de Mirador de Montepinar toman el relevo de Chiringuito de Pepe a partir de las 22:30 horas con muchas novedades y alguna que otra sorpresa en forma de incorporaciones imprevistas. Jordi Sánchez, Antonio Recio en la ficción, acudió junto a varios de sus compañeros al preestreno de la nueva temporada en Madrid, momento que aprovechó para contar algunas de las novedades de un personaje tan querido como odiado.

-¿Veremos a un nuevo Antonio Recio?

-Mi personaje no cambia; sigue siendo igual de egoísta, mezquino y un poco en esa línea facha. Pero es un tío adorable. Como en esta nueva temporada ha recuperado a su mujer se dedicará a cuidarla y quererla, a su manera, pues no puede vivir sin ella.

-¿Qué tiene Recio de usted?

-Aparte de la alopecia, espero que no tenga nada más (risas). Sé que es un bombón como personaje, pero como persona es un verdadero horror.

-Sin embargo, ¿cómo explica que sea el personaje con el que más se simpatiza?

-Creo que es porque parece un niño pequeño, que se enfada cuando algo no le sale bien. En ese sentido, la gente lo siente más cercano porque tiene un punto de niño malo y tierno a la vez. Le han cogido cariño, pero en la vida real nadie querría tenerlo al lado.

-¿Cuál cree que ha sido el motivo del éxito y la consolidación de La que se avecina? Estamos hablando ya de ocho temporadas.

-Los guiones y el buen entendimiento de los actores con los creadores y guionistas. Desde que arrancó la serie ese éxito sigue ahí gracias a ello porque hay un trabajo de guión muy importante detrás. Existen series en las que lees el guión y no te dicen nada. Aquí es distinto.

-Usted lo sabe mejor que nadie porque es productor y escritor, además de actor. ¿Cómo compagina estas otras tareas?

-Yo aquí soy actor y nada más. El guión lo sigo al pie de la letra porque jamás se me ocurriría tocar el trabajo de otra persona. En enero de 2015 vamos a estrenar en el Teatro La Latina, de Madrid, la obra El eunuco, firmada por Pep Anton Gómez y por mí, donde participan actores de la talla de Pepón Nieto, Alejo Sauras o el mismo Antonio Pagudo.

-Publicó un libro titulado Humanos que me encontré. ¿Qué tal la experiencia?

-Yo vivo en un barrio-dormitorio de clase media-baja y en ese libro hablé sobre mi infancia, mi adolescencia y menciono algunas personas que han pasado por mi vida, pero todo a través de un tono sarcástico y lleno de humor. Tenéis que leerlo, por favor.

-Antes de empezar en el mundo del teatro y la televisión era enfermero ¿Por qué ese cambio tan brusco?

-Quise ser actor desde siempre, pero en casa me dijeron que no hiciera nada de eso porque me iba a morir de hambre. Me decían cosas como que estudiara una carrera y yo, como buen hijo, hice caso a mis padres. Ahora que yo soy padre entiendo lo que me decían. Trabajé durante cuatro años en urgencias y en traumatología. Por las noches me tendía en una sábana en el suelo y me preparaba el monólogo para la escuela de teatro.

-¿Conoce a alguien en su vida que sea como Antonio Recio y con el que salga de vez en cuando?

-Para nada, Recio es un horror y no me iría con él a ningún sitio.

-¿Alguna vez le han parado por la calle para que pronunciara los latiguillos más famosos de su personaje?

-Te paran muchas veces porque ahora la serie está en el punto de mira y te hacen decir algunas frases como "mariscos Recio" o "mayorista". Pero te agradecen el esfuerzo porque ven la serie para olvidar sus problemas y reírse.

-Usted es de Barcelona ¿Cómo está viviendo todo el revuelo en torno al debate soberanista?

-No suelo entrar en política porque es algo muy personal. Votar es sano y creo que todas esas personas que quieren votar deberían poder hacerlo.

-¿Se mueve mejor en comedia o le gusta otro tipo de género?

-Me gusta todo lo que tenga que ver con la profesión, pero como he hecho mucha comedia, me suelen escoger para este papel.

-¿Qué le diría a aquellos que aún no siguen su serie?

-Que se vean los primeros diez minutos y si no les gusta, pues que cambien de canal.