La ficción seriada asume que debe experimentar todos los contratiempos posibles. Un imprevisto que supone en muchas ocasiones un quebradero de cabeza para sus responsables a la hora de ajustar el guión. Cuéntame cosecha, con el reciente fallecimiento de Roberto Cairo (Desi), una triste lista de intérpretes que dejaron de aparecer en la vida de los Alcántara, puesto que Fernando Fernán Gómez o Tony Leblanc también se despidieron desde la serie de TVE, y Pepe Sancho, aunque había abandonado la ficción tiempo atrás, también falleció como don Pablo en la historia de San Genaro.

Más dura fue la decisión que tuvieron que tomar los showrunners de Spartacus: Sangre y Arena tras la muerte del protagonista de la producción de Starz. Andy Whitfield, el intérprete australiano que encarnaba al gladiador más famoso de Roma, falleció en 2011 por culpa de un cáncer que arrastraba desde hace varios meses. A pesar de los intentos por éste de reincorporarse mediante una precuela (Spartacus: Dioses de la arena), las constantes recaídas motivaron la búsqueda de un sustituto de cara a la segunda temporada. Liam McIntyre debutó en Spartacus: Venganza, pero no fue capaz de llevar el peso de la misma forma que su predecesor, que destacaba incluso entre los secundarios más experimentados. Con un imprevisto similar tuvieron que lidiar los productores de Glee después de la repentina muerte de Cory Monteith, ya que la ausencia del actor principal del musical empujó a remodelar el argumento y replantear las temporadas que le quedan.

Sin embargo, en otras ocasiones el problema no es la salud, sino conflictos burocráticos. The Walking Dead, el drama de la AMC que narra la historia de unos supervivientes en un apocalipsis zombi, ha vivido más de un culebrón, poniendo en riesgo hasta la continuidad de la adaptación del cómic de Robert Kirkman. La pésima e infumable segunda temporada fue el motivo para propiciar el fulminante despido de su primer showrunner, Frank Darabont, quien se encargó de facilitar el salto del cómic a la televisión. La noticia impactó, pero solo había que ver el nefasto camino que estaba tomando la historia para darse cuenta de lo aburrida que era la primera mitad de la segunda temporada. La directiva entendió que la serie necesitaba un cambio de rumbo con urgencia y optó por despedir a Darabont y poner al cargo a Glenn Mazzara, el segundo showrunner a bordo y que tan sólo duró un año y medio. Con él parece que la serie se despojó de la parsimonia, pero las diferencias creativas, ya que no se ponían de acuerdo con el rumbo que tomaría la cuarta season, llevó a un pacto de amistad para poner fin a la relación laboral.

El rodaje de la tercera temporada de Homeland estuvo envuelto en la polémica tras conocerse la turbia relación entre la pareja protagonista, que no reflejaba tal enemistad en este drama de Showtime basado en el espionaje y el regreso de un soldado estadounidense a su tierra tras ser capturado en Irak. La falta de química entre Claire Danes (Carrie Mathison) y Damian Lewis (Brody) puso en alerta a los productores, que tuvieron que grabar algunas escenas por separado porque los problemas comenzaron tras la maternidad de Danes, y la seriedad de ésta en las horas de trabajo chocaba con la tranquilidad y las bromas de Lewis. A raíz de todo, el actor se negó a renovar para la cuarta temporada y el guión tuvo que dar un giro inesperado, por lo que se decidió disminuir el protagonismo del personaje de Brody y dejar caer el peso de la trama en Carrie Mathison y algunos secundarios.

Más descarada aún fue la cuarta temporada de la comedia Community tras saberse que su creador, Dan Harmon, no iba a estar al mando, y se notó la ausencia de uno de los artífices fundamentales del éxito de esta hilarante e interesante ficción. La amargura duraría sólo una campaña porque el creador de la joya de la NBC volvería para confeccionar la quinta entrega, que despegó de una forma tan convincente que se ha convertido en la mejor hasta el momento. La serie recuperó su frescura, pero todavía se enfrentaría a otro problema añadido, la cancelación. La cadena cercenó la longevidad de Community tras los bajos índices de audiencia; sin embargo, su sexta temporada podrá verse gracias a Yahoo Screen.

Otras veces son los conflictos salariales como los de Big Bang Theory los que ponen en riesgo la consolidación de estos formatos. Sus actores exigían un aumento de sueldo que finalmente consiguieron. En otros, el cambio del actor principal, como ocurrió con Dos hombres y medio y Ashton Kutcher, termina por perjudicar a la comedia y convertirla en un drama.