TV-Comunicación

Formatos garantizados

  • Los concursos de talentos, como 'MasterChef' y 'La Voz', son adaptaciones de programas extranjeros muy consolidados en sus respectivos países de origen

Los concursos de talentosson un evento donde varios participantes ponen a prueba sus habilidades en distintas materias, ya sea la interpretación, el canto, la danza o incluso las acrobacias, ante un jurado y un público que valorarán sus respectivos dones. El formato se ha asentado muy bien en España porque se alza como el género de entretenimiento escogido por la audiencia, gracias a una estructura sencilla y divertida llena de las sorpresas que el directo depara.

Esto bien lo saben los británicos, que cuentan con todo un referente en el terreno de los talent show: Pop Idol. El espacio destinado a encontrar futuras promesas en torno al género musical de mayor auge en Reino Unido contó con dos ediciones, aunque logró lanzar a artistas como Will Young, y al grupo Girls Aloud en una adaptación del programa conocida como Popstars. No quedó ahí la cosa, pues la idea acabó exportándose a otros países como Suecia, Francia y Australia para hacer honor así a su etiqueta del país europeo más influyente en la evolución de este género de cazatalentos.

Quien mejor supo desarrollar las premisas del concurso británico fue Estados Unidos. American Idol, cuyo estreno aconteció en 2002, se ha convertido en el programa estadounidense más importante y popular. Incluso ha sido el terreno de juego sobre el que debutaron cantantes de éxito como Kelly Clarkson y Jennifer Hudson, ambas galardonadas con premios Grammy.

España no iba a ser menos y también descubrió el potencial de una fórmula que encandiló a los telespectadores; así que apostó por el talent musical que presentaba Paula Vázquez, El número uno, y por un Popstars España con el sobrenombre de Todo por un sueño, que recogía el funcionamiento de su antecesor, bajo la tutela de Jesús Vázquez. Un caldo de cultivo para favorecer a un espacio que evolucionaría hasta formatos modernos, como Canta! Singstar o Quiero cantar, más enfocados al espectáculo y que se distancian del rigor y la seriedad.

Sin embargo, en Reino Unido nunca cuajó Pop Idol, pero sí cuenta con fervientes seguidores el concurso de talentos musicales The X Factor, que a partir de 2004 ayudó al lanzamiento de One Direction. El formato creado por Simon Cowell se importó más tarde a Estados Unidos con el mismo título, y por él han pasado jueces tan conocidos como Britney Spears y Demi Lovato, entre otros.

España también confeccionó su propio Factor X presentado por Nuria Roca y por mediación de la cadena Cuatro; no obstante, la pobre imitación del talent británico se mantuvo escasos dos años en la pequeña pantalla. Más tarde, el concepto adquirió aires circenses para desembocar en Tú sí que vales (2008), tal vez de los pocos programas que han aguantado firmes en la parrilla por abarcar no solo la música, sino cualquier modalidad en la que los concursantes pudieran demostrar sus aptitudes. Con Christian Gálvez a la cabeza fuimos testigos de un jurado variopinto (Los Morancos o Ángel Llácer) y unos participantes curtidos en diversas artes. No podemos ignorar tampoco el formato Tienes Talento, el cual bebía directamente de la influencia de Britain's Got Talent de Cowell y que también se exportaría a la tierra del Tío Sam, aunque sin el impacto de otros talent show.

Y es que el objetivo desde un primer momento ha sido evaluar las cualidades de futuras promesas musicales, cometido que se alcanza con la aparición de La Voz, un programa de origen holandés con innumerables adaptaciones: The Voice UK para la versión británica y The Voice en Norteamérica con Shakira, Adam Levine y Christina Aguilera como coaches.

No obstante, parece que el furor musical está estancado y vienen pegando fuerte los talent culinarios gracias a apuestas del calibre de MasterChef. Antena 3 estrenó su particular TopChef (2013) fijándose en el concurso americano; una forma de arrebatarle la audiencia y hacerle ya de paso la competencia al MasterChef (TVE) de Eva González, que en este caso resulta ser una adaptación del formato británico.

Los concursos de talentos, debido a su versatilidad y entretenimiento, se conforman como uno de los mejores formatos a la hora de atrapar a la audiencia, ya que la estructura da mucho juego.

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