Compaginar trabajo y familia no siempre es fácil y, en España, la situación se complica especialmente, según el Barómetro de Clima Laboral Accor 2008.

El 66% de los españoles asegura que puede conciliar su vida profesional y laboral, 8 puntos menos de los que afirmaban esto en 2005, mientras que en otros países europeos como Bélgica, Reino Unido e Italia el porcentaje de conciliación asciende al 80%. España se sitúa, así, a la cola de Europa en este aspecto.

Estos son algunos de los datos que revela el estudio hecho público ayer y que analiza la situación de los trabajadores en España con una muestra de 1.320 asalariados en una encuesta online elaborada el pasado mes de abril.

"La sociedad española ha cambiado muy rápido y su adaptación provoca la disminución de la conciliación. La tendencia del trabajador va a ser pedir a la empresa en lugar de recurrir a la familia", explicó Pedro Nevado, director de Ipsos Loyalty, empresa encargada de la encuesta.

Para Nevado, este escaso grado de conciliación es un freno muy importante a la hora de lograr una buena calidad en el trabajo. Y para la directora de Marketing de Accor, Laura Montero, el 21% de los casos de absentismo laboral se deben a los problemas para conciliar la vida personal y profesional.

El barómetro señala que las mayores preocupaciones de los encuestados en el ámbito laboral son el salario, la seguridad profesional y el tiempo que le dedican, y fuera de él, la falta de dinero y de tiempo, así como la educación y el cuidado de sus hijos.

A la vez, critican que la empresa preste poco reconocimiento al trabajo de sus empleados, así como al posible estrés que puedan tener o al desarrollo de sus actividades.

Pese a estos datos, dos de cada tres trabajadores (63%) está satisfecho con su situación profesional y perciben el trabajo como una "seguridad" y "obligación".

Según Nevado, los trabajadores piden que la empresa se implique más en aspectos que están fuera del ámbito laboral.

Por su parte, el socio de Garrigues y experto en Recursos Humanos, Jaime Sol, apostó por implantar los sistemas de retribución flexible como una fórmula que permite a los empleados "percibir parte de su retribución anual a través de la entrega de bienes y servicios" como seguros médicos, servicio de guardería, tickets DE restaurante, entrega de ordenadores o cursos de capacitación, entre otras prestaciones.

Sol explicó que estas medidas tienen un tratamiento fiscal ventajoso y logran atraer y fidelizar a los trabajadores. Además, suelen ser muy frecuentes en tiempos de crisis, ya que las empresas no pueden plantearse aumentar sus costes salariales.

El salario constituye la principal preocupación de los trabajadores, ya que el 46% se muestra insatisfecho con su remuneración y el 43% con las prestaciones recibidas por parte de la empresa. Otro dato preocupante es el nivel del estrés que declaran sufrir el 63% de los trabajadores.

"Existe una clara correlación entre la satisfacción del empleado con la rentabilidad de la compañía", afirmó Nevado. Los datos reflejan que el sentimiento de seguridad laboral disminuyó del 39% al 31% entre 2005 y 2007.

Por sectores, el privado obtiene, con un 17%, peores resultados que el público, con un 9%, en cuanto a considerar el trabajo como una rutina y una obligación. Además, para el 27% de los empleados de la empresa privada el trabajo es una obligación, frente al 18% de los trabajadores de la empresa pública.

En cuanto a la motivación, el 54% de los españoles se considera más motivado este año en comparación con el 49% de año pasado. Un 45% se considera contento con el reconocimiento de sus esfuerzos por parte de la empresa.

El porcentaje de personas que es feliz en su trabajo aumentó del 29% en 2005 al 32% en 2008. El sector público se sitúa al frente, con un 44% de trabajadores que se muestra feliz con sus tareas, frente al 27% del sector privado.