Terremoto en nepal

Nepal cumple una semana tras el terremoto con "escasas posibilidades" de hallar supervivientes

  • El Gobierno eleva a 6.621 los fallecidos y a 14.566 los heridos, sin que se haya podido llegar a la zona más remotas afectadas. La población de Katmandú comienza a regresar a las casas que quedaron en pie.

Cuando se cumple este sábado una semana del terremoto que devastó Nepal, el Ministerio del Interior nepalí elevó a 6.621 los muertos y a 14.566 los heridos. Aunque se espera que la cifra siga aumentando cuando los equipos de rescate llegue a las zonas más remotas afectadas por el seísmo. 

La embajadora de la Unión Europea en Nepal, Rensje Teerink, afirmó este viernes que entre los fallecidos se encuentran 12 ciudadanos europeos y que unos 1.000 continúan sin ser localizados, aunque "podrían encontrarse bien", añadió. Según ha atualizado el ministro español de Asuntos Exteriores, José Manuel García-Margallo, 35 de los europeos, y no 59 como se informó este viernes, que todavía no han sido localizados son españoles. 

El Gobierno nepalí ha informado de que hay "escasas posibilidades" de encontrar supervivientes bajo los escombros de las casas destruidas. "Ha pasado ya una semana, por lo que hay pocas posibilidades de encontrar a alguien con vida" bajo los escombros, aseguró el portavoz del Ministerio del Interior, Laxmi Prasad Dhakal, quien añadió que aún así los equipos de rescate no han cesado la búsqueda. La última persona rescatada en tenerse noticia fue una mujer de 24 años, que fue liberada durante la noche del jueves por equipos de rescate de Nepal, Israel y Noruega tras permanecer 128 horas atrapada bajo los escombros de un edificio en Katmandú. 

Mientras tanto, la población de Katmandú ha comenzado a regresar a las casas que no fueron destruidas o quedaron seriamente dañada, después de que en los últimos días no se registraran importantes réplicas. Un vecino del área de Kalanki que decidió volver a su vivienda, Goma Sherestha, afirmó que lo hizo porque "se ha vuelto también arriesgado vivir en tiendas por motivos sanitarios. Muchos están enfermando", recoge hoy el diario local Kantipur. 

En este sentido, el coordinador de los equipos médicos de la Organización Mundial de la Salud en Nepal, Ian Norton, aseguró este sábado que lo que más les preocupa "es el control de enfermedades" y dijo que están atentos a los brotes de diarrea, neumonía y otras enfermedades ligadas con la falta de higiene y la lluvia. 

A la hora de decidir o no regresar a las casas, el ingeniero civil Khagendra Bhurtel dijo a Kantipur que la gente puede volver "sin miedo si no ven en ellas defectos estructurales", aunque aclaró que deberán consultar a expertos si hay grietas visibles. La vendedora de té Prabiti Magar es una de las afectadas por el seísmo que continuará viviendo en una tienda de campaña, pues indicó al diario nepalí que en la edificación "de barro y ladrillo" donde tiene alquilada una habitación "hay grietas". Otros muchos han decido dejar la capital y volver a sus aldeas. "Mucha gente está dejando el Valle (de Katmandú) por iniciativa propia. El número está aumentando día tras día, pues quieren ser útiles en sus aldeas y estar con sus familiares", señaló el portavoz del Ministerio del Interior nepalí, Laxmi Prasad Dhakal. 

El Consorcio de Reducción de Riesgos en Nepal, una entidad en la que participan organismos de Naciones Unidas, calcula que el terremoto ha generado alrededor de 2,8 millones de desplazados internos (la población del país es de 28 millones personas). La misma fuente señaló que el seísmo destruyó unas 160.786 casas y otras 143.673 resultaron dañadas en el país del Himalaya. 

El terremoto de 7,8 grados de magnitud en la escala abierta de Richter, ha sido el de mayor registrado en Nepal en 80 años y el peor en la región en una década desde que en 2005 otro seísmo ocasionara más de 84.000 muertos en Cachemira. 

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