Sociedad

Los enfermeros creen que los médicos que revelaron información de Romero deben abandonar la profesión

  • El presidente del Consejo General de Enfermería se refiere a los doctores que dijeron que la auxiliar de enfermería les confesó que se había contagiado de ébola al tocarse la cara con un guante, algo que la paciente desmintió después.

El presidente del Consejo General de Enfermería, Máximo González Jurado, ha asegurado que hay miembros del equipo médico que ha atendido a la auxiliar de Enfermería Teresa Romero, primer contagio por ébola fuera de África, que han "vulnerado sus derechos" al revelar información de la paciente por lo que, a su juicio, deberían abandonar la profesión.

"La información que un paciente traslada a su médico es reservada, es secreto profesional y no puede hacerse pública, está protegida constitucionalmente", ha defendido González Jurado en la rueda de prensa de la Cumbre Mundial Enfermería ante el ébola celebrada en Madrid.

El presidente de esta entidad ha hecho referencia a aquellos miembros del equipo médico que han dicho que Romero les confesó que se había tocado la cara con un guante y que estaba grabado, algo que desmintió este martes la propia auxiliar en una entrevista a El Mundo. Para González Jurado, se ha vulnerado "lo más sagrado que tiene un paciente, su privacidad", y se ha preguntado si dicha grabación fue autorizada por la propia Romero o por un juez.

Asimismo, ha asegurado que todo aquel que revele datos de Romero o de cualquier otro paciente "debe dejar la profesión" ya que "no es adecuado desde el punto de vista deontológico". "Tenga el título que tenga, sea médico o enfermero", ha añadido. De hecho, ha defendido que en otros países se ha protegido la identidad de la paciente hasta que se ha dado el alta, mientras que en España "no se han puesto medios para proteger su identidad".

Por otro lado, el presidente del Consejo General de Enfermería ha pedido "prudencia" a los colectivos médicos que han defendido a la médico de familia que atendió a Romero en el centro de salud cuando ésta experimentó los primeros síntomas y le recetó paracetamol cuando, según la auxiliar, le advirtió de que había tratado a pacientes con ébola. "Es una situación extraña en los dos sentidos, ya que cuesta entender que un medico reciba una persona que estuvo en contacto con ébola no haga nada; pero también cuesta entender que un personal sanitario que atiende a un paciente con ébola, no lo diga. Ahí será un juez quien decida quién dice la verdad", ha reconocido.

Pero, en cualquier caso, González Jurado justifica ambas situaciones ya que "el error profesional también existe" y cree que la mayor equivocación de todo esto es "echar a pelear a la médico con la enfermera". "Lo importante es que esto no debía haber sucedido si se hubiera cumplido con la ley", ha apostillado.

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