100 años sin Cayetano del Toro

La vinculación con la cofradía del Nazareno

  • El gaditano fue quien instauró la apertura de la capilla de la cofradía todos los viernes del año.

ADEMÁS de su polifacética vida, Cayetano del Toro fue también Viceprioste de la Inmemorial, Venerable, Pontificia y Real Cofradía de Penitencia de Nuestro Padre Jesús Nazareno, Santa Cruz de Jerusalén y María Santísima de los Dolores. Fue un hombre servicial y excelente cofrade.

Alrededor de los años 1868-1870, a causa de un pasado revolucionario, España se encontraba en una gran crisis de subsistencia. Del mismo modo, las cofradías sufrieron sus consecuencias ya que prácticamente se quedaron sin actividad. En esos años, en la Cofradía del Nazareno dimitió Juan de Dios Calvo (hermano y consultor), sucediéndole Enrique del Toro (hermano de Cayetano) como secretario, "persona de una conducta intachable y de buenos antecedentes", según una cita de la época. En 1875, Enrique es nombrado viceprioste de la cofradía, ostentando dicho cargo durante dieciocho años, hasta su muerte en 1893. Será ese mismo año cuando lo sustituya en el cargo Cayetano del Toro, ejerciendo durante 22 años la máxima autoridad de la cofradía, siendo nombrado viceprioste. En esos tiempos, el nombre del rey Don Alfonso XIII figuraba como prioste perpetuo, ostentándolo con cargo honorario en todos los documentos de la cofradía.

Cayetano se convierte durante sus años de vida en un hombre al servicio de los demás, ayudando y luchando en un período en el que la mala situación económica asolaba toda la ciudad de Cádiz. Afortunadamente, su legado dentro de la cofradía permanece hasta nuestros días, y por ello resaltamos, sobre todo, la tradición de visitar cada viernes a los titulares en la iglesia de Santa María en Cádiz. Entre 1896 y 1902 la junta de gobierno se plantea la necesidad de abrir la capilla de Santa María a los fieles. Éstos ven que el protector de la ciudad de Cádiz y Regidor Perpetuo, Nuestro Padre Jesús Nazareno, debía tener culto periódico. Gracias al impulso de Cayetano, la junta propone y decide que "la capilla permanezca abierta a los fieles todos los viernes del año desde el amanecer hasta la puesta del sol", tal y como queda reproducido en la Memoria de Mayordomía del año 1896, firmado en acta por Guillermo Smith Somarriba. Esta tradición sigue vigente hasta nuestros días, visitando el templo cientos de personas cada viernes.

En la misma época se establece la celebración de un solemne quinario en vez de triduo, conservándose dicho culto interno hasta la actualidad (si bien durante un breve lapso de tiempo sería sustituido por una novena). Y aún más, durante el mandato de Cayetano del Toro se invita por primera vez a una representación del Ayuntamiento de Cádiz a participar en la procesión del Regidor Perpetuo, prolongándose dicha tradición hasta nuestros días.

Otra de las proezas conseguidas por Cayetano y que casualmente también llegan hasta hoy, está relacionado con la imagen de María Magdalena. El que fue viceprioste de la cofradía reclama en 1897 el cumplimiento del voto hecho en cabildo municipal el 12 de julio de 1696 sobre Santa María Magdalena. Recordemos brevemente la historia del 22 de julio de 1681, que por intercesión de la santa cesó la epidemia pestilente en un brevísimo espacio de tiempo, que afligió Cádiz. Un documento fechado en 1899 expresa que "las ideas modernas están divorciadas de las prácticas piadosas y cayeron en descenso ambos votos y su cumplimiento". Finalmente, el voto fue renovado gracias a Del Toro y perdura hasta nuestros días. Tanto es así que en la hermandad, el 22 de julio de cada año se celebra una función solemne en honor de Santa María Magdalena.

En unos documentos de la época, queda registrado en 1911 una candidatura de la cofradía con el nombre de Enrique del Toro y Calatrigo (hijo de Cayetano), como consiliario. Serafín Pro Ruiz, secretario y cronista oficial de la hermandad, certifica en el año 1911 que desde el año 1900 y sin interrupción, el señor Enrique del Toro y Calatrigo ostenta gratuitamente el cargo de médico de la cofradía para la asistencia gratuita de los hermanos pobres.

El 2 de enero de 1915 Cayetano del Toro falleció a la edad de 72 años. El día de su fallecimiento se colocaron las insignias de la cofradía en la capilla ardiente y se celebró un solemne funeral en sufragio por el descanso eterno de su alma, aplicándose un día de jubileo en el quinario de la cofradía del año 1915. Sin embargo, el paso de Cayetano del Toro sigue vivo entre nosotros: la apertura de la capilla todo el día del viernes, el Voto a la Magdalena o la presencia de la corporación municipal, en pleno, en el cortejo procesional del Jueves Santo son algunos ejemplos.

Podemos demostrar cómo parte del legado del insigne gaditano sigue vigente hasta nuestros días. La relación de la familia Del Toro en la cofradía del Nazareno es contínua durante un período de tiempo, iniciándose por su hermano Enrique del Toro, pasando por el mismo Cayetano y terminando por su hijo Enrique del Toro y Calatrigo. En definitiva, una familia siempre dispuesta a ayudar, tanto en lo económico como en lo humanitario, y a luchar por la continuidad de las hermandades en un período difícil para España, siempre con la absoluta entrega que le caracterizaba a esta familia.

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