Antonio castillo rama. Concejal de Cultura del Ayuntamiento de Cádiz

"El Ayuntamiento vela, protege y mima la Semana Santa"

  • El responsable de las cofradías en San Juan de Dios valora la buena relación y el mantenimiento de los servicios pese a la crisis

ES la persona que posiblemente tenga la última palabra en todo lo relacionado con las hermandades y con la Semana Santa. Por eso siempre está en el punto de mira, como le ha ocurrido esta Cuaresma, aunque el teniente de alcalde delegado de Cultura, Antonio Castillo, defiende la labor municipal en materia de cofradías.

-¿Le cuesta a la delegación de Cultura mucho trabajo organizar la Semana Santa?

-Mucho no cuesta, porque se hace muy a gusto y sabiendo que trabajamos sobre una importante manifestación de religiosidad popular, cultural y con repercusión en la ciudad. Es un trabajo duro pero que se hace con gran satisfacción. Sí es muy laborioso, son muchos mimbres para cuando llegue el Domingo de Ramos y todo esté listo y el único problema, si lo hay, sea el tiempo. Hay que coordinar todo: Mantenimiento Urbano, Medio Ambiente, Alumbrado Público, Onda Cádiz...

-¿Cómo se consigue eso?

-Es un trabajo en equipo, si no no funcionaría. Desde Cultura coordinamos pero todas las delegaciones son imprescindibles. Sin ese trabajo en equipo no habría el éxito que yo creo que se consigue. Desde el Ayuntamiento se vela, se protege y se mima todo lo relacionado con la Semana Santa. ¿Se puede hacer más? Pues sí. Pero poco a poco vamos haciendo cosas... Y todo a disposición del Consejo de Hermandades, que es la columna vertebral de todo esto.

-Y económicamente, ¿le cuesta mucho al Ayuntamiento preparar la ciudad para la Semana Santa?

-La Semana Santa es un gran evento cultural popular y que durante muchos días tiene mucha acción en la calle. Tiene muchas aristas, como ya decía antes de mantenimiento urbano, alumbrado público, medio ambiente... Es una labor de muchas delegaciones y eso es costoso, pero igual que otras manifestaciones y fiestas que se celebran a lo largo del año. Pero para eso está el Ayuntamiento: para atender y sacar adelante los programas que hay durante el año. Y especialmente la Semana Santa, siendo algo tan nuestro.

-Lo que sí es cada vez más complicado todo lo relacionado con las cofradías. Permisos, convenios, subvenciones...

-Eso se nos escapa a nosotros como administración pública. Depende de las leyes. Por ejemplo, el protocolo de subvenciones se endureció, podríamos decir, hace ya unos años y el trámite es el que mandan desde Intervención. Es un proceso muy meticuloso, pero al final lo que está claro es que nada afecta a la aportación. Lo importante es que ningún dinero ni recurso se ve mermado, haciendo la ciudad un esfuerzo muy considerable porque entendemos lo que es la Semana Santa, lo que significa, y además es el mandato del pueblo, que es el que nos vota.

-El apagado de la luz sí que ha estado a punto de complicarse.

-No ha supuesto complicación ninguna. La luz se viene apagando tradicionalmente, antes solo a Buena Muerte y luego se han ido sumando otras cofradías. Con los recortes aplicados, se dijo que no había presupuesto para eso. Y desde entonces se trabajó para rebajar costes, para lo que además se va a intentar dejar colocada una instalación que servirá para que el año que viene se abarate aún más; y también nos pusimos manos a la obra para buscar la financiación, que la va a costear Eléctrica. Todo tiene su trámite, pero siempre hemos trabajado para hacerlo.

-La subvención también es algo que ha costado lo suyo pero se ha conseguido...

-A pesar de los tiempos se van a mantener los 120.000 euros. A Cultura le recortaron el 20% de su presupuesto pero mantuvo la subvención a la Semana Santa. Y este año nos volvieron a recortar y se han buscado otras ayudas externas para conseguir que se mantenga la dotación íntegra. A eso hay que sumar la ayuda a las hermandades de Gloria, que es pequeña pero le vienen muy bien; o las sillas de la carrera oficial, cuya recaudación reciben íntegramente las hermandades. Se hace todo lo que se puede...

-¿Es buena la relación actual entre cofradías y Ayuntamiento o se le ocurre otra probable fórmula?

-Nosotros ahora mismo no tenemos ningún tipo de problemas. No sé si habrá otra fórmula, siempre estamos abiertos a propuestas. Pero si interviniéramos en la Semana Santa, la politizaríamos.

-Hay quien piensa que las hermandades deberían volver a depender de Fiestas y no de Cultura.

-Imagino que esto es algo que se evaluaría cuando en su día lo pasaron a Cultura. Yo estoy satisfecho como está, en Cultura, después de catorce años al frente de la delegación. Nosotros desde luego nunca nos hemos planteado volver a Fiestas, como estaba antes. Y yo estoy encantado de trabajar con las cofradías. Además, después de tantos años, la experiencia es algo importante.

-¿Será posible hacer algún cambio en la carrera oficial, que es otro asunto en el que también parece que siempre hay obstáculos?

-El último cambio que se hizo se acordó que fuera por un período de años, porque se acababa de hacer otro cambio poco tiempo antes. Cuando termine ese plazo, que creo que está a punto de hacerlo, se puede estudiar. Si desde el Consejo se decide renovar o cambiar algo, es cuestión de plantearlo y estudiarlo y, si se puede, ir haciéndolo, en ese afán de colaboración que tenemos. Hay que tener en cuenta que nosotros nunca hemos cambiado la carrera oficial de motu propio.

-¿Y del museo cofrade qué puede decir?

-Cultura no entra ahí hasta que no termine la obra y nos lo entreguen. Lo de museo es muestra de que aquí decimos las cosas y las vamos haciendo. Dentro de unos años será una realidad, y además muy interesante porque se mostrarán el rico patrimonio de las cofradías. Auguro que será un equipamiento muy visitado por creyentes y no creyentes.

-Vamos, que a su juicio el Ayuntamiento está haciendo un buen trabajo por la Semana Santa.

-Ya lo dije antes. El Ayuntamiento vela, protege y mima la Semana Santa. Al igual que con otras manifestaciones, lo hacemos porque además de manifestación religiosa popular es una manifestación cultural y un punto de inyección económica. Ninguna administración puede ser ajena a eso.

"Mientras sea concejal no debo ser de ninguna cofradía"

NO solo Antonio Castillo no es cofrade o persona vinculada a ninguna hermandad. Sino que su visión de padre de todas las cofradías, debido a su responsabilidad al frente de Cultura, le lleva a afirmar que hasta que no deje su cargo no pertenecerá a ninguna. Aún así, vive intensamente la Semana Santa y disfruta especialmente con dos momentos que, curiosamente, están alejados de las procesiones en la calle.

-¿Le gusta la Semana Santa al concejal de Cultura?

-Sí, sí. Claro.

-¿Y participa o ha participado, es hermano de alguna cofradía o lo ha sido o bien ha vestido alguna vez una túnica?

-Aquí en Cádiz no. Y creo que mientras sea concejal de Cultura no debo hacerlo. Hasta que no deje de serlo así seguirá siendo. Para mí, y lo digo de corazón, valoro a todas las cofradías por igual. Y en todo aquello en lo que pueda ayudar, aquí me tienen, sinceramente.

-¿Cómo vive la Semana Santa Antonio Castillo?

-Muy completita. Este año presidiré el palco del Palillero el Domingo de Ramos, el Jueves Santo y el Sábado Santo. Por las mañanas estaré también en las visitas a las cofradías, que es algo que me gusta mucho porque allí se viven los últimos preparativos, los nervios previos a la salida... Por eso me da tanta pena que llueva y una cofradía no pueda salir a la calle, porque sé del trabajo y del esfuerzo que tiene para muchas personas poner su cofradía en la calle. Además, esas visitas me gustan tanto porque también me explican las últimas novedades, los detalles de la procesión que luego me sirven para fijarme mejor.

Además de esas cosas, también me toca coordinar cualquier incidencia, que afortunadamente en los últimos años no ha habido ninguna. Pero me refiero a un cable de última hora, una poda de un árbol que la cofradía no se había percatado hasta esa mañana... Este año, además, tendremos pleno municipal el Lunes Santo, donde también tengo que estar.

-¿Tiene usted un momento cofrade que se repite cada año o que vivió alguna vez que le haya marcado especialmente?

-A mí lo que más me ha gustado, impresionado, se me saltan las lágrimas, me emociona, me pone los vellos de punta es ver y tocar al Cristo de la Buena Muerte cuando lo bajan el Jueves Santo por la noche. Poder observar esa maravilla de obra de arte, esa perfección anatómica, y lo que representa para los que somos creyentes es un momento único. También me gusta mucho, y siempre me apunto, el concierto de las Siete Palabras en la Santa Cueva en la mañana del Viernes Santo. Eso es algo que te traslada a doscientos años atrás, cuando le encargaron a Haydn específicamente una pieza musical que fuera dedicada a ese conjunto escultórico y que se interpertara cada Viernes Santo. Es algo impresionante. Son dos momentos muy interesantes para mí en la Semana Santa.

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