Semana Santa

'Macrojornada' cofrade

  • La ciudad vivió un día intenso en torno a las hermandades con la exposición de veinte pasos en la Catedral, con la procesión magna y con los traslados de regreso que pusieron fin a un brillante Sábado Santo

HAY días que quedan para la historia de toda una ciudad. Y en términos cofrades, el de ayer será a buen seguro recordado durante muchos años. Treinta años llevaba Cádiz sin contemplar una procesión magna en Sábado Santo. Y parece como si entre este hecho y la lluvia que había entorpecido los dos últimos días de la Semana Santa, el público se hubiera volcado como nunca antes lo había hecho para presenciar el paso de cofradías. Efectivamente, podemos hablar de la procesión más multitudinaria que posiblemente se haya celebrado en la ciudad. Una procesión que puso el colofón a una macrojornada cofrade para la que el tiempo quiso dar una tregua y lucir sus mejores galas (sol de justicia y altas temperaturas, tanto que el público utilizó los paraguas como protección) y que supuso un rotundo éxito en todos los sentidos.

Hay varios datos que son inapelables para hablar del éxito del Sábado Santo de 2012. Uno de ellos es la cantidad de público, tanto local como llegado de otras poblaciones e incluso turistas, que había en la ciudad desde por la mañana. También es palpable el éxito por los problemas de la circulación en el acceso al casco histórico o por los aparcamientos subterráneos (que colgaron el cartel de completo durante prácticamente toda la jornada).

LA MAÑANA

La jornada fue redonda a pesar del peor de los inicios que podía tener. A las siete y cuarto de la mañana estaba previsto inaugurar el Sábado Santo con la salida del Despojado desde San José camino de Catedral. Pero a esa hora estaba lloviendo en la ciudad, y la celebración se tambaleó durante unos minutos.

Debido al mal tiempo, el Despojado decidía aguantar su salida, al igual que media hora después hacía Borriquita en el Carmen. Así las cosas, el misterio del Prendimiento fue el primero en ponerse en la calle en la mañana de ayer, y minutos después la lluvia desaparecía completamente, por lo que poco a poco fueron sumándose a las calles los diferentes pasos de misterio. En este sentido, la organización de la magna destacaba que Despojado llegara a Catedral a la hora prevista, pese al retraso en su salida, y que Borriquita lo hiciera apenas diez o quince minutos más tarde de lo previsto, pese a haber retrasado también su salida desde el Carmen.

Con todos los pasos en la Catedral, las puertas del templo se abrieron para dar cabida a una ingente cantidad de personas que durante toda la mañana ocuparon enormes colas para contemplar la Pasión según Cádiz alrededor del primer templo diocesano. Nada menos que cinco mil personas estimaba la organización que habían pasado por la Seo en las algo más de tres horas que permaneció abierto.

LA TARDE

Casi sin solución de continuidad, cuando las puertas de la Catedral estaban volviendo a cerrarse las primeras cuadrillas de cargadores ya estaban disponiéndose para dar inicio a la procesión magna y algunos cortejos venían formados desde otros puntos de la ciudad hasta el enclave de la Plaza de Fray Félix (como hizo el Nazareno desde Santa María, Vera–Cruz desde San Juan de Dios o La Cena desde Santo Domingo, por ejemplo).

Desde bastantes horas antes, algunos rincones desde los que se podía ver la procesión sin tener sillas en la carrera oficial estaban absolutamente repletos. En zonas como el interior de la plaza de Candelaria o en algunos tramos de la calle Santiago la imagen era similar a la de un domingo de playa: sillas de todo tipo copaban esos espacios, a los que el público acudió cargado de provisiones de comida y bebida para soportar la larga espera hasta el inicio del cortejo y, después, las tres horas que tardaba en pasar el mismo.

La banda de cornetas y tambores del Rosario abría el cortejo magno a las tres y media en punto con su espectacular interpretación de marchas procesionales. Tras ella, un muñidor y la Cruz de Guía de Santo Entierro escoltada por faroles marcaban el inicio de tres horas de deleite cofrade.

En líneas generales, la procesión magna en sí –entendiéndola como el recorrido de los 22 pasos desde Catedral hasta San Antonio– se puede calificar como de verdadero éxito. Apenas hubo cortes (tres se contabilizaron en el Palillero, provocados por Prendimiento, Nazareno del Amor y Las Aguas) en el cortejo, solo hubo quince minutos de retraso en carrera oficial (o, al menos, en Palillero), los pasos estuvieron muy bien llevados por las cuadrillas de cargadores, los cortejos que precedían a cada paso estuvieron perfectamente presentados y hubo muchos detalles. Infinidad de detalles en prácticamente todos los pasos.

Veamos algunos de los innumerables aspectos que llamaron la atención en el día de ayer. El Señor de La Cena vestía de morado, estando el paso muy bien exornado con rosas rojas precedido por un cortejo muy cofrade, con las capas de los miembros de la presidencia recogidas en los brazos. El Señor de la Oración en el Huerto estrenaba túnica bordada en oro sobre tisú de plata diseñada, bordada y donada por Rosa María Reyna. Los seises de la Catedral, dirigidos por Juan Antonio Verdía, acompañaban con sus cantos al misterio de Columna, con un paso que ha mejorado su talla. El Señor de la Salud de Cigarreras –dirigido por uno de los hermanos Martín, ya que el otro iba en Borriquita– vestía la túnica restaurada que estrenó en el vía crucis de hermandades. Ecce–Homo levantó el paso a pulso delante de la tribuna de Palillero, donde por cierto estaba Sebastián Llanes. Apulso levantaría también después el misterio de Afligidos. El misterio de Sentencia venía escoltado y acompañado por una escuadra de romanos, procedentes de Mérida. El Nazareno iba con un monte de lirios morados, al igual que el Despojado, cuyos pasos acostumbran a ir con flores rojas. Afligidos procesionó con la representación de las Tres Virtudes Teologales justo delante del paso.

De las mejores o más impactantes imágenes de la tarde de ayer las pusieron los misterios de Humildad, Las Aguas y Descendimiento. El primero de ellos presentaba en el monte de claveles rojo sangre una cruz (cedida por la hermandad de Vera–Cruz, como hiciera en agosto con la Humildad de Chiclana), una túnica bordada y varios elementos de la pasión, como la corona de espinas, un martillo y los clavos. Las Aguas salió con la Virgen de la Luz y el San Juan Evangelista formando parte del misterio, vistiendo la dolorosa de la cofradía un manto bordado de la Virgen de Guadalupe de Sevilla, cedido por Las Aguas hispalense para la ocasión. Y Descendimiento procesionó con una imagen bien distinta a la habitual: el paso iba iluminado por cuatro faroles de orfebrería dorada cedidos por Afligidos de El Puerto de Santa María, en el misterio iba la antigua dolorosa de la cofradía, bajo la advocación de la Quinta Angustia, y que actualmente está en San Lorenzo para recibir culto dentro de unas semanas en La Pastora. Remataba esta estampa extraordinaria la vestimenta, con ropas bordadas, de todas las imágenes del misterio. Impresionante.

El cortejo lo cerraba la hermandad del Santo Entierro, encabezada por un trío de capilla. Apenas 21 penitentes precedían al paso de la urna, con una presidencia formada por el hermano mayor, el presidente de la asociación de vecinos de El Pópulo y el consejero José Manuel Romero tras el cuerpo de acólitos y justo delante del paso. Un gladiolo era el único exorno floral de la urna, que lucía extraordinaria tras la restauración efectuada estos meses por el taller de orfebrería Villarreal.

La música sobria sonaba tras la urna, donde figuraba la presidencia del cortejo, compuesta por una amplia representación de los Caballeros Hospitalarios, el subdelegado del Gobierno, el subdelegado de Defensa, el presidente de la Audiencia Provincial, autoridades militares, representantes de los colegios profesionales de la ciudad y la Corporación Municipal (con cinco miembros del grupo municipal socialista) liderada por la alcaldesa, Teófila Martínez. No figuraba aquí, por contra, el obispo diocesano, que estuvo siguiendo la magna sentado en la tribuna del Palillero.

LOS REGRESOS

Al término del recorrido oficial llegaba el turno de la vuelta de los misterios a sus respectivos templos. Y en este punto también se vivieron momentos muy emotivos y otros que difícilmente volverán a repetirse por cuanto que algunas cofradías discurrieron por calles poco habituales. A ello se unía que la mayoría de pasos hizo este camino de regreso acompañados musicalmente, lo que hizo aumentar la expectación del público.

Curioso fue el andar del Despojado, con el buen hacer de su cuadrilla, por delante del Oratorio de San Felipe Neri o por la calle Sacramento. Y muy seguido fue el discurrir de las hermandades que bajaban por la calle San Francisco y Nueva. Una detrás de otra, iban marchando Cigarreras, Sentencia, Nazareno, Humildad y Perdón. Mucho gustó al público el trabajo de los cargadores de Sentencia en la calle Nueva y en la plaza de San Juan de Dios, donde había una enorme cantidad de público y donde también estuvieron como espectadores los cruceristas del Aida, que en esos momentos se marchaba con el tronar de las sirenas del Puerto de Cádiz.

En paralelo marchaba por la Avenida Ramón de Carranza el misterio de Las Aguas, donde impactaba su imagen por esa avenida flanqueada por árboles y con la luz de los candelabros y de las tulipas del canasto encendidas cuando la noche ya comenzaba a caer. A esa hora todavía había pasos en la calle y público, mucho público. Y es que parecía que ayer nadie quería perderse la macrojornada cofrade que resultó un éxito absoluto y que acabó casi a la medianoche.

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