Siete meses han transcurrido desde que trascendieran las dificultades que encontraba el trazado del tranvía a la altura de Tres Caminos, a su paso por el Sitio Histórico del Puente Zuazo. Siete meses en los que desde distintas instancias y colectivos se ha reclamado una solución para la batería de Alburquerque, afectada por estas obras, en los que las administraciones implicadas han prometido su protección y restauración, en los que se ha hablado de un posible viaducto para salvar la estructura y se ha planteado el traslado pieza a pieza del histórico baluarte en el mismo entorno.

Sin embargo, la solución que se le dará a la batería defensiva afectada por el trazado del tranvía metropolitano en este acceso a La Isla sigue siendo una incógnita. Sobre el tema, además, reina una total confusión ante el silencio que las distintas administraciones implicadas -Ayuntamiento, Obras Públicas y Transportes, Cultura- han mantenido durante los últimos meses.

El PP acaba de lanzar una ofensiva para reclamar la necesaria protección del baluarte. Hace una semana, arroparon una simbólica protesta de la Guardia Salinera -con uniformes históricos incluidos- en la que se reivindicó su conservación ante el avance de las obras del tranvía en la zona.

La Delegación Provincial de Obras Públicas y Transportes, administración que promueve el proyecto del tranvía metropolitano, ha evitado pronunciarse sobre los planes que baraja para la batería de Alburquerque. Sólo ha asegurado que acatará las directrices de Cultura, administración que tiene las competencias en materia de conservación del patrimonio. Y la Delegación Provincial de Cultura, a su vez, remite a las explicaciones que la propia consejera, Rosa Torres Ruiz, dio a una pregunta parlamentaria de la diputada, primera teniente de alcalde y delegada de Urbanismo, Carmen Pedemonte.

¿Y qué dijo la consejera? Pues, que la protección de la batería está más que garantizada. Es decir, que la fortificación no va a ser destruida. Eso sí, el tranvía pasará por encima de ella. La consejera, en la sesión parlamentaria del pasado 19 de noviembre, aludió a las medidas de protección recogidas en el proyecto de conservación y consolidación de la estructura que ha redactado la empresa adjudicataria de las obras y que tramitó la Comisión Provincial de Patrimonio Histórico en la sesión que celebró el pasado 23 de junio de 2009.

En palabras de la propia consejera de Cultura, "dicho proyecto lo que plantea es la cubrición de una parte del baluarte, sobre el cual discurre la vía del ferrocarril, tal y como se planteó en la Comisión de Patrimonio, para el tratamiento del resto, que no se va a cubrir, se dio una doble opción: la de cubrirlo, al igual que este tramo, o bien mantenerlo al descubierto mediante otro proyecto de conservación".

Es decir, que una parte del baluarte se soterraría -al igual que se ha hecho recientemente con el yacimiento de la Edad de Bronce de Camposoto, sobre el que se ha levantado el nuevo campo de hockey- mientras que la otra podría ser trasladada o quedar igualmente bajo tierra, lo que garantizaría su conservación, claro está.

El proyecto, según especificó la consejera, "está pendiente de completar toda la documentación requerida y, tan pronto como esté finalizado, será informado por parte de la Comisión Provincial de Patrimonio".

La actuación planteada, para la consejera de Cultura, permite "la salvaguarda de la integridad de los restos" y garantiza la conservación del patrimonio. El trazado del tranvía por este punto constituye además "la única alternativa" viable para el proyecto del tranvía, según la Junta: "Es el único punto de unión terrestre por donde es posible ejecutar obras de comunicación, obras de infraestructuras que comuniquen Cádiz y San Fernando", afirmó la consejera en su intervención.

Aludió también la responsable autonómica en materia de Cultura y patrimonio al pronunciado deterioro de la batería de Alburquerque, "que conserva restos de escasa entidad desde el punto de vista monumental, aunque considerados de importancia desde el punto de vista arqueológico".

El Ayuntamiento, por su parte, se niega a toda actuación que no sea la recuperación de la batería y su rehabilitación en el entorno del Sitio Histórico, tal y como se contempla en el esperado proyecto que el Ministerio de Fomento acaba de licitar en una primera fase y que se espera adjudicar a mediados del próximo mes de febrero.

El problema de la batería de Alburquerque, desde luego, llega en el peor momento posible. Justo cuando se impulsa la recuperación de todo el conjunto patrimonial de cara al 2010.