El gobierno municipal prepara la puesta en marcha de un nuevo paquete de inversiones a partir de los 4,3 millones procedentes del remanente de Tesorería que dejó el cierre del ejercicio de 2015, lo que supondrá una notoria inyección económica para muchos de los proyectos que el ejecutivo municipal tiene pendientes y que todavía no han encontrado hueco en los presupuestos.

Se trata de repetir la operación que se hizo el año pasado a partir del remanente de 2014, que ha dado luz verde a proyectos como la nueva sede de la asociación de vecinos Bazán y la próxima remodelación de la plaza de la Sagrada Familia, la adecuación de un nuevo espacio de ocio infantil y de pistas deportivas en La Ardila, la ampliación del centro cívico Pérez Gener, la primera fase de la remodelación del Mercado Central o la adecuación de cuatro carriles de circulación en un tramo de la concurrida avenida de Pery Junquera, entre otras actuaciones. Inversiones anunciadas el año pasado a partir de dicho remanente que hasta ahora -después de un año de trámites y redacción de proyectos- no están empezando a tomar forma. Algunas, de hecho, están a la espera de su inminente licitación, como ocurre por ejemplo con el Mercado Central o con las obras para la ampliación del centro cívico de La Ardila.

Claro que para este nuevo paquete de inversiones no puede utilizarse la totalidad del remanente, como precisó ayer el concejal de Presidencia, Desarrollo Económico y Gestión Presupuestaria, el socialista Conrado Rodríguez. Los 4,3 millones de euros corresponden además al total consolidado, que incluye a organismos autónomos como el IMPI (Insituto Municipal de Promoción de la Ciudad) cuya financiación procede del propio Ayuntamiento. Además, el Consistorio tiene también una serie de obligaciones a las que hacer frente. Hoy, de hecho, irá a la comisión informativa de Hacienda previa al pleno ordinario del próximo jueves la aprobación de una partida de 800.000 euros correspondiente al gasto no ejecutado de 2015 que hay que detraer del total de dicho remanente, lo que por otro lado permitirá también desbloquear otras inversiones recogidas en los presupuestos de 2016 que no han salido adelante todavía por un criterio de prudencia (mientras no se resuelve ese gasto no ejecutado).

En caso de remanente, explica Conrado Rodríguez, la ley advierte de que debe emplearse en la amortización de la deuda municipal, aunque existe la posibilidad de destinar una parte a la ejecución de inversiones si existe equilibrio económico-financiero. Así, el año pasado, de un remanente de 2,3 millones de euros se consiguieron 1,2 para poner en marcha obras de mejora urbana y otros proyectos.

La cantidad definitiva que podrá emplearse en esta ocasión para impulsar nuevas inversiones aún no se ha concretado. De hecho, era intención del ejecutivo municipal que fuera hoy a la comisión de Hacienda y la próxima semana al pleno ordinario, pero finalmente se ha optado por esperar a cerrar el mes de septiembre y con ello un nuevo trimestre económico, lo que permitirá contar con datos más fiables acerca de la deuda municipal y de cómo se espera cerrar el año en el Ayuntamiento. Eso -insiste el responsable municipal del área- permitirá afinar más la cantidad de la que se puede disponer.

Con dicha operación, que previsiblemente podrían llegar a superar los dos millones de euros, el gobierno contará con fondos para afrontar a lo largo de 2017 muchos de los proyectos que todavía tiene sobre la mesa pendientes.