Ocho años -2.290 días- se cumplen exactamente hoy de la puesta en marcha de las obras del tranvía en la calle Real, una fecha redonda a la que La Isla llega en las vísperas de las pruebas definitivas de las primeras unidades, que empezarán a desarrollarse este mismo mes, y a la espera de la definitiva puesta en servicio de este nuevo medio de transporte metropolitano, que está prevista para 2017; desde luego, muchísimo más tarde de lo que se pensaba en aquella entusiasta jornada del 1 de septiembre de 2008 en la que empezaron los trabajos y en la que la calle Real dejó de ser el eje principal del tráfico rodado en San Fernando para convertirse en una vía peatonal.

Esta semana, precisamente, la Agencia de Obra Pública de Andalucía ha informado de la inminente puesta en servicio de las catenarias, que a partir del próximo día 8 estarán en tensión -es decir, que contarán con suministro eléctrico- para la realización de las pruebas dinámicas que darán comienzo en los días posteriores. En las pantallas digitales colocadas en las distintas paradas del tranvía a lo largo de la calle Real se advierte de ello a los ciudadanos. Es el anuncio del inminente comienzo de estos ensayos definitivos, que tendrán su continuidad con el simulacro de la explotación comercial del tren-tranvía que a su vez precederá a la puesta en servicio. Es el esprint final.

Así que, en cierto modo, La Isla se resarce de estos ocho años del comienzo de las obras que se cumplen hoy -un plazo más que excesivo que supera con creces los peores pronósticos que hicieron en su momento los detractores del proyecto- con lo que parece ser que es la entrada en la recta final de esta controvertida actuación. Porque a estas alturas, y después de sufrir los múltiples achaques y vicisitudes de la obra, lo único que demandan los ciudadanos -así lo han expresado en reiteradas ocasiones los responsables del movimiento vecinal, comerciantes, hosteleros...- es la definitiva puesta en marcha del tren-tranvía de la Bahía.

Aunque para ello, sin embargo, siguen sin resolverse algunas de las cuestiones más relevantes del proyecto, que continúan en el aire ocho años después de que comenzaran a abrirse zanjas para instalar las vías en la calle Real. Se trata, especialmente, de la utilización de la vía férrea en el tramo que une Cádiz y San Fernando, que sigue pendiente de las negociaciones con Adif y el Ministerio de Fomento. Según las últimas informaciones facilitadas por la Junta de Andalucía, el diálogo entre ambas administraciones se había conseguido retomar tras un largo paréntis y una comisión paritaria integrada por personal técnico había avanzado bastante al respecto. Por ahora, sin embargo, no se ha cerrado ningún acuerdo. Así que a seis meses de su anunciada puesta en marcha sigue sin saberse si el tren-tranvía llegará hasta Cádiz o circulará solo entre La Isla y Chiclana.

Otra de estas cuestiones estratégicas que el tranvía tiene pendiente de resolver es la del operador que gestionará el servicio ya que Renfe -por lo que hasta ahora ha trascendido- se había mostrado reacia a asumir este otro medio de transporte, lo que obligaría a la Junta de Andalucía a buscar otras soluciones. Y el tiempo, en este sentido, apremia.

En La Isla, la calle Real, salvo intervenciones puntuales, hace meses que está completamente terminada. No hay rastro de obras. Aunque sigue a la espera de que se solventen cuestiones como el traslado del armario técnico que afecta a la fachada de un BIC como la Compañía de María o de que se licite de una vez la construcción de la subestación eléctrica que abastecerá al tranvía y que solventará el déficit energético que arrastra La Isla desde hace años.

Relacionado con el proyecto del tranvía hay otra actuación que se espera que empiece a tomar forma en los próximos meses como es la construcción de un apeadero en el nudo de La Ardila que hará las veces de estación de autobuses para la ciudad. Este proyecto -que enlaza con una vieja aspiración ciudadana y que complementará la reurbanización de toda la calle Real- está también a punto de licitarse una vez que se ha revisado el proyecto inicial.