La ciudad sigue a la espera de la resolución de los fondos DUSI -Desarrollo Urbano Sostenible Integrado-, un montante de 15 millones de euros (a los que hay que sumar la aportación de más de tres del propio Ayuntamiento) que servirá para la financiación de la mejora del bordo este de la ciudad. La estrategia engloban once actuaciones diferentes, varias de ellas sobre la actualización de la administración electrónica y la implantación de las tecnologías de la información y la comunicación (TIC). La respuesta se aguarda desde hace varios meses, y ahora se estima que podría llegar a lo largo del mes de septiembre.

Si bien se trata de un proyecto con financiación de la Unión Europea, es el gobierno central el que decide la cantidad de dinero que se da a los diferentes municipios que han presentado sus proyectos y ejes de actuación. La existencia de un gobierno en funciones, por tanto, ha motivo este retraso. Desde el Ayuntamiento consideran que no puede tardar mucho más en obtener una respuesta del Ministerio de Hacienda y Administraciones Públicas, encargado de su resolución. "El plazo formal para su resolución no puede alargarse mucho más porque este año ya habría una nueva convocatoria de los fondos. El periodo de aplicación es de 2014 a 2020 y ya nos hemos comido dos años", comenta el concejal de Presidencia, Conrado Rodríguez, acerca de los plazos a los que se enfrentan. Lo que sí tiene claro es que la localidad está preparada para cuando llegue el momento de utilizar esas cantidades, en clara referencia al refuerzo del área de Contratación -al traspasar Gestión Presupuestaria y Tributaria a otro edil y dejar más liberado en el plano económico a Ignacio Bermejo-.

"Pase lo que pase nosotros vamos a redactar entre septiembre y octubre los proyectos", afirma el primer teniente de alcaldesa, Fran Romero, que señala las líneas de actuación que consideran imprescindibles, aun en el caso de que la resolución de los fondos DUSI sea negativa. Entre ellos se encuentran la regeneración de la trasera de las viviendas de La Almadraba, una asignatura pendiente que se arrastra desde hace años y que cuenta desde hace tiempo con un proyecto de actuación redactado, que de hecho podría pasar a la fase de licitación sin dilación en cuanto se conozca la decisión del Ministerio. La intención es la creación de un lugar de esparcimiento a la espalda de las casas, para recuperar el espacio donde se ubica la pieza trasera que acumula residuos -la actuación originaria contempla terminar la red de pluviales-, y que daría continuidad con la playa al parque del este que también se proyecta. "El compromiso con esta barriada permanece intacto", destaca el edil andalucista, que se expresa en el mismo sentido sobre la intervención pendiente en otra barriada, Bazán, aunque sus necesidades no encajan con los requisitos de estos fondos (y queda excluida de la regeneración de este borde este de la ciudad). "En el caso de La Almadraba se puede fasear y puede asumirse con fondos propios si no llegara el dinero solicitado. Las obras en la Bazán técnicamente no pueden dividirse en fases y buscamos otras opciones de financiación", reconoce.

Las condiciones de estos nuevos fondos, además, obligan a que la cantidad recibida tenga que usarse para avanzar en todas y cada una de las líneas planteadas. Si dan un millón como si dan los quince, abunda el responsable de Desarrollo Sostenible, deben gastarse en cada uno de los ejes.