San Fernando

Cara y cruz del verano hostelero

  • Los chiringuitos tildan el periodo estival de "nefasto" por la continua presencia del viento de levante Los bares céntricos, sin embargo, han llenado sus terrazas

Viento huracanado que levanta arena a borbotones, valientes que se han atrevido a desafiar a la climatología se lamentan de haber tomado esa decisión y tratan de huir de aquel inhóspito lugar, mientras, no muy lejos de allí, una bandera amarilla es agitada por una racha de aire continua. No muy lejos de allí, en la carretera más cercana, un autobús urbano cumple con su deber de transportar a los ciudadanos a la costa, pero, en esta ocasión, llega al final de su recorrido prácticamente vacío.

Este desangelado panorama no es ni más ni menos que un día habitual de este verano en la playa de Camposoto. Los más perjudicados, sin lugar a dudas, son los chiringuitos, que han visto cómo las ilusiones por un verano de buenas ventas se han ido volando forzados por el fuerte viento que azota la Bahía y ha convertido este periodo en una auténtica pesadilla para ellos. Tanto, que ya solo les queda esperar a que concluya la temporada el próximo 15 de septiembre para dejar atrás unas semanas muy duras.

Es el caso de Inmaculada Bilbao, propietaria del emblemático Chiringuito de Antonio, situada en la primera entrada de la playa de Camposoto. Para ella, este ha sido "uno de los peores veranos en los 25 años que llevamos con el negocio". Macu relata que la semana pasada fue "la única en la que pudimos trabajar en condiciones con el poniente" y lamenta que ningún fin de semana haya sido propicio para una buena venta.

En este sentido, indica que han tenido que echar el cierre durante seis días por la feria y otros tantos por las adversidades meteorológicas. "Esta podría haber sido la última semana aprovechable, pero ya ves en qué situación nos encontramos", señala con amargura Macu al tiempo que dirige la mirada hacia la deshabitada terraza de su chiringuito. "Prácticamente doy por cerrado este desastroso verano", explica antes de concluir de forma contundente: "Lo único que queda es irnos a casa y esperar a que el año que viene sea mejor".

En la misma línea aunque un poco más optimista se sitúan Ana y Jorge, madre e hijo encargados de regentar el Chiringuito Manito IV, que continúa como cada año en el último acceso de la playa isleña. Jorge califica este verano de "desastroso" y comenta que puede contar las jornadas aprovechables que ha tenido este periodo estival: "Aquí hemos tenido si acaso diez días en agosto y doce en julio".

Resulta muy duro ver cómo el verano pasa sin que el levante se vaya defintivamente, pero Jorge lo asume con naturalidad. "Ante el viento no podemos hacer nada, solo queda aceptar lo que viene y aguantar hasta el 15 de septiembre, que es cuando concluye la temporada", reconoce

Mientras tanto, el chiringuito Mamito IV continúa abierto a la espera de turistas. "Tenemos a empleados dados de alta y no podemos permitirnos el lujo de no trabajar, así que todo lo que entre en la caja bueno es", apunta.

A pesar de todo, Jorge es consciente de que en días de levante ni los visitantes pueden disfrutar de la playa ni los isleños se atreven siquiera a acercarse a la costa. "Es necesario que demos a conocer más esta playa, atraer a la gente con alicientes turísticos y ofreciendo facilidades", indica antes de volver a remarcar que prefiere ver las cosas desde un punto de vista positivo. "Si este año no ha sido bueno, será el próximo", concluye.

Como era de esperar, el mal tiempo en la playa ha provocado un ligero incremento en la ocupación de las terrazas de los bares y restaurantes céntricos de San Fernando. Con solo dar un paseo por las principales plazas y calles isleñas por las tardes y noches, uno puede percatarse del gran éxito que han tenido las diversas iniciativas desarrolladas durante el verano, como puede ser el caso del cine de verano en San José o los bailes para mayores que se han realizado en la Alameda Moreno de Guerra. Todo ello ha sido una bendición para los negocios de la ciudad.

Así lo ha confirmado Antonio, de La Gran Vía, situado en la histórica Plaza del Rey: "El viento ha traído a mucha gente de fuera de San Fernando hacia el interior de la ciudad". En un verano normal "los fines de semana nuestra terraza se queda casi vacía, pero estos meses está siendo un éxito, por lo que nuestras ventas han subido bastante".

Javier, de la Marisquería 3x5, también destaca una subida con respecto a otros años y con un buen número de turistas que se han acercado a dar cuenta de sus productos en una terranza en la que "podemos decir que no combate en demasía el levante y eso nos ha beneficiado".

Pero sin duda es la Tapería de Javier, en plena Calle Real, la más satisfecha con sus resultados: "No nos podemos quejar, estamos muy contentos porque seguimos manteniendo nuestra línea de ingresos". A pesar de todo, su propietario no se conforma con los resultados obtenidos y ya planea cómo mejorarlos de cara al próximo verano, para el que ofrece bastantes ideas que pueden fomentar aún más que la gente salga a la calle. "Tengo la sensación de que los bolsillos de la gente están recuperándose poco a poco y eso hace que se marchen de San Fernando en vacaciones", advierte. Por este motivo, Javier cree que habría que potenciar las noches en la calle Real, vía donde se encuentra su establecimiento: "Todos sabemos que está repleta de gente a las siete u ocho de la tarde, pero hay que conseguir que permanezcan aquí durante más tiempo".

Una de sus claves pasa por repetir más a menudo la experiencia de la Noche Blanca, que fue un rotundo éxito el pasado 5 de agosto. "Para nosotros fue fantástico, una de las mejores noches de estos meses y, puestos a pedir, estaría de lujo poder tener jornadas de este tipo una vez al mes", comenta.

Del mismo modo, Javier muestra su interés para que las autoridades sean más flexibles en el tema de los horarios, ya que actualmente la hora tope para cerrarlas son las dos de la mañana y ofrecen la posibilidad de permanecer una hora más en el interior del local, algo insuficiente para el joven propietario de la Tapería De Javier, aunque es consciente de que cambiar la normativa es bastante complicado.

Lo prioritario para él es que la gente esté en la calle e incluso se plantea ampliar las posibilidades de su negocio para que sus clientes no se marchen tras el almuerzo o la cena y disfruten de la sobremesa en su local.

Unos clientes que afirma que llegan desde diversas zonas de España: "Hemos recibido visitas de Madrid, Segovia, Galicia...y es algo que nos congratula. Pero no debemos pasar por alto que mi prioridad es luchar por la clientela de La Isla, que es la que nos mantiene todo el año".

Verano de contrastes para la hostelería en La Isla. Toca hacer balance y reflexionar para mejorar de cara al próximo año. La pregunta está en el aire: ¿volverá a ser el levante el protagonista?

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