San Fernando

El canal de Pery Junquera costará 200.000 euros y estará a finales de año

  • El Ayuntamiento adjudica al fin las obras, una de las inversiones urgentes recogidas en el plan director de alcantarillado planteado en 2007 Su coste se rebaja en casi 100.000 euros

El Ayuntamiento acaba de adjudicar las obras para la construcción del canal de tormentas de Pery Junquera, una de las últimas grandes actuaciones proyectadas en la vía pública para afrontar la renovación progresiva de las redes de alcantarillado y reducir la probabilidad de inundaciones en caso de precipitaciones de cierta intensidad.

Las obras, licitadas en el pasado mes de mayo tras años de espera y trámites administrativos previos, serán ejecutadas por la empresa Jermat Urbanizaciones y Construcciones SLU por un importe que asciende a 204.695,55 euros, más de 90.000 euros por debajo del presupuesto base.

De entrada, los trabajos cuentan con un plazo de ejecución de tres meses de forma que se espera que la actuación, que probablemente dará comienzo en torno a septiembre, esté acabada antes de finales de año. De hecho, antes de que las obras empiecen a ser una realidad quedan varios pasos administrativos de rigor que cumplimentar por parte de la concesionaria para poder formalizar el contrato: presentación de documentación, del plan de salud y seguridad...

Desde el área de Desarrollo Sostenible, el primer teniente de alcalde, el andalucista Fran Romero, valoró ayer la reciente adjudicación de un proyecto que considera una prioridad y en el que esta delegación lleva años trabajando.

Lo cierto es que la primera vez que se planteó llevar a cabo estas obras fue en verano de 2007, hace nueve años, tras las inundaciones provocadas por las inesperadas lluvias torrenciales que castigaron a la ciudad a finales de agosto. Los daños producidos por el temporal fueron numerosos y afectaron a un nutrido grupo de viviendas repartidas en las mismas zonas de siempre: Gallineras y Buen Pastor, proximidades de la plaza de toros... La gravedad de lo ocurrido forzó incluso entonces a convocar un pleno extraordinario que llevó al Ayuntamiento a adoptar una serie de medidas excepcionales para evitar que sucesos como el acaecido ese verano volvieran a repetirse en el futuro y que permitieran aumentar la capacidad de evacuación de aguas (en más de 137.000 metros cúbicos la hora, según los cálculos técnicos realizados entonces).

Y entre esas actuaciones, aprobadas además por unanimidad, se encontraba un plan estratégico presupuestado en 10,4 millones de euros que incluía 25 inversiones urgentes, entre ellas, el canal de tormentas de Pery Junquera, que hasta ahora -nueve años después- no va a ser ejecutado a pesar de tratarse de una necesidad perentoria.

La demora se explica por varias razones, entre ellas, la necesidad de abordar en primer lugar otras actuaciones consideradas más prioritarias, por ejemplo las que atañen a la zona sureste (Buen Pastor y Gallineras, donde las vivienda se veían afectadas) o, evidentemente, la disponibilidad presupuestaria existente en cada momento. Un gran número de estas inversiones se ejecutó con cargo a los planes E y Proteja. Otras se acometieron con recursos exclusivamente municipales, lo que además obligó a una planificación presupuestaria que lógicamente también se vio afectada por la crisis y el plan de ajuste de 2012.

A todo eso se ha sumado también una intrincada tramitación administrativa -autorizaciones de Medio Ambiente para el proyecto y para el uso de la zona de dominio público- que ha demorado la licitación hasta bien entrado el año 2015. Y eso que en enero de 2013, una vez que la Junta informó favorablemente el proyecto, Desarrollo Sostenible confiaba en licitar en unos pocos meses las obras. Inicialmente, la actuación contaba para su ejecución con una partida de 300.000 euros procedente de una operación de crédito suscrita por el Ayuntamiento a finales de 2010.

Tampoco ha sido cosa fácil su licitación. Hasta 23 empresas trasladaron sus propuestas en este proceso iniciado en el pasado mayo. Tres de las ofertas fueron descartadas al incurrir en una baja temeraria excesiva que, según los técnicos municipales, no fue debidamente justificada en los informes remitidos, lo que ha requerido además de varias semanas más para solventar la adjudicación con todas las garantías.

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