Es uno de los nombres indispensables de esa nueva generación del flamenco isleño que suena cada vez más y cada vez con más fuerza. "Estamos de enhorabuena. Ahora está de moda el flamenco en San Fernando", reconoce el bailaor isleño David Nieto mientras recuerda los años de vacío que quedan atrás. Resulta extraño, reflexiona. Pero en La Isla -en La Isla de Camarón- hasta hace poco el flamenco apenas tenía relevancia. Pero eso está cambiando ahora. "Se nota", advierte. "Estamos empezando, despertando. La gente se está enganchando al flamenco". Y ese cambio se debe en gran medida a esos nuevos nombres que están sonando. El de David es uno de ellos.

Aunque su historia no acaba de empezar. Ni mucho menos. Todavía no ha cumplido los 30 -tiene 28- y por delante tiene aún una prometedora carrera, pero este joven bailaor cuenta ya con una larguísima y brillante trayectoria que empezó a la tempranísima edad de siete años, cuando descubrió en el colegio Erytheia que esto de bailar le encantaba. Ya entonces apuntaba maneras.

Con apenas 13 años entró en el Conservatorio de Danza mientras hacía sus pinitos en el escenario de la mano -primero- del grupo de Adolfo de Castro y, posteriormente, con el grupo Azalea, de Javier Marín. Y con 19 se marchó a Madrid a trabajar con Sara Baras. Fue su gran escuela. Allí -reconoce- abrazó definitivamente el flamenco. Comenzó su dedicación profesional por derecho. Y aprendió no solo de baile sino también de coreografía, vestuario, luces, sonido... Con esta compañía además viajó por todo el mundo, se hizo al espectáculo, conoció a grandes artistas... En definitiva, terminó de hacerse ese David Nieto gran bailaor flamenco que ahora es.

Prueba de ello es que a su regreso a La Isla apenas dudara en meterse de lleno en su primera gran aventura en solitario: Rúbrica, un montaje dedicado al Bicentenario de Las Cortes -con una importante base histórica- que se estrenó en el Real Teatro de Las Cortes ese año tan especial para San Fernando que fue el 2010. "Tenía muchas ganas de hacer algo propio. Trabajé muchísimo. Y aprendí también mucho con este proyecto".

Dos años después, en 2012, volvió al gran escenario isleño para estrenar su segundo espectáculo, Al son de ida y vuelta. "Era un espectáculo con un formato más pequeño y más centrado en el baile", apunta. Fue también por entonces cuando ganó el concurso nacional de baile por alegrías de la peña La Perla. Y en 2013 abrió las puertas de su academia de baile flamenco, que -reconoce- "se ha quedado pequeña". "Siempre me gustó también enseñar", apostilla.

Esta noche, a las 23.30 horas, volverá a pisar un escenario mítico: el de la Venta de Vargas. "Va a ser la segunda vez que bailo en la Venta. Es un sitio que me encanta, un escenario pequeño pero ideal para un espectáculo del flamenco más tradicional", apunta mientras adelanta que hará un repaso por los cantes de Cádiz. David Nieto contará con Jesús Castilla al cante, con Juan José de Alba a la guitarra y con Eduardo Gómez a la percusión, un grupo con el que trabaja "muy cómodo". "Nos entendemos a la perfección", reconoce.

En proyecto tiene ya su tercer espectáculo, al que está deseando dar forma. "Va a ser algo muy muy personal aunque sé también que eso va a suponer un compromiso mucho más fuerte", admite.