El ciudadano de la Bahía está acostumbrado al pescado de estero. Ha olvidado, sin embargo, su significado y la importancia que para algunas localidades tuvo durante mucho tiempo. San Fernando es una muestra de esta realidad que desde hace un tiempo algunos intentan cambiar: desde la producción y venta, desde la gastronomía o desde la hostelería y el turismo. El potencial es enorme, pero hace falta desarrollo y reconocimiento, porque para la zona puede aportar riqueza y creación de empleo. En esa lucha ningún mejor escaparate se puede tener que una feria gastronómica. La Isla ya ha dado el paso: las casetas en la plaza del Rey y el olor a pescaíto son una muestra de que la I Feria del Estero, que organiza Asihtur (Asociación Isleña de Hostelería y Turismo), ya está en marcha hasta el próximo lunes.

Este evento que intenta promocionar un producto tan de la tierra comenzó ayer con un despesque, la forma tradicional de capturar los pescados que crecen en los esteros, las piscinas que se crean en los caños, tan comunes en estas aguas de la Bahía gaditana, y tan vinculados por otro lado a las salinas. Hasta ellos llegan muchas especies -lenguados, lisas, doradas, lubinas- a través de las compuertas con las que esos centros de extracción de sal controlaban la entrada de agua. Ahora son pocas las localizaciones en el municipio en las que todavía se desarrolla esta actividad pesquera, aunque siempre existen quienes se resisten a dejar escapar las tradiciones. La pescadería El Popo lo sigue manteniendo para abastecer a su clientela en la antigua salina del Carrascón, donde en torno a las 9.30 horas curiosos, invitados y empresarios se congregaron para disfrutar de una estampa llamativa, con los peces arrastrados en las redes.

Ese producto surtiría a la Feria del Estero que abría sus puertas a mediodía, con una inauguración oficial con autoridades, responsables de la propuesta y colaboradores, que recorrieron todas las casetas y conocieron algunos de los platos que estarán en la carta, donde al menos dos de las tapas tienen ingredientes de estos esteros. Un total de 16 hosteleros de la ciudad pone a disposición de la iniciativa su cocina para lograr el éxito deseado que permita a Asihtur seguir con la apuesta el próximo año. Revuelto de salicornia con erizo de mar es una de las opciones de Casa Miguel, que opta por usar el conocido como espárrago de mar en su elaboración. No será además el único que cocina la lisa, en su caso a modo de longaniza, pero en otras cartas guisada en amarillo (Cucuté o Ñan Ñan) o confitada con salmorejo (Puente de Hierro). Venta de Vargas apuesta por una fideuá de serranillo y coquinas en su elaboración, mientras La Gran Vía la hace con dorada. Pizzería Nonetto presenta sus croquetas de pescado de estero y gambas con salsa fina, y Litos's Corner las tiene de camarones de estero (con cebollita y su perejil). Entre Bambalinas mezcla las almejas de estero con una merluza confitada, mientras Tapería Santa Ana hace una muselina de algas de estero para su ensaladilla de marisco. Vela de dorada en tempura de verduras (Los Cristales), arroz de estero (La Carbonería), brocheta de langostino de estero (Feel Café), perrito caliente de estero (La Churrasquería), paté de langostino de estero con salicornia y mayonesa de mar (Tapería Aceite) o cucurucho de lubina ahumada con espuma de ali oli suave de algas (Salina San Vicente) son otras delicias que podrán degustarse estos días.