Dos cuestiones han sido determinantes a la hora de adjudicar las obras de rehabilitación del Ayuntamiento: la oferta económica y el plazo de ejecución de los trabajos. Ambas cifras, conocidas por fin ayer tras años de espera, condicionarán el que sin duda alguna será el proyecto estrella del mandato. La puesta a punto del Consistorio para que pueda volver a convertirse en el corazón de la administración local tras nueve años de obligado cierre costará finalmente 7,9 milllones de euros. Y la intervención, a pesar de su enorme complejidad, se plantea llevar a cabo en un tiempo récord: 20 meses, lo que supone que los trabajos -si no hay contratiempos y todo marcha como es debido- estarán concluidos en verano de 2017.

Del proyecto se encargará finalmente la empresa Vías y Construcciones SA, una de las constructoras pertenecientes al grupo ACS que dirige Florentino Pérez. La mesa de contratación del Ayuntamiento solventó ayer el último trámite que restaba para dar luz verde a esta anhelada intervención. El gobierno local confía en que los trabajos se pondrán en marcha antes de que acabe el año. Para ello, la adjudicataria tendrá que seguir ahora el procedimiento habitual en la administración pública previo a la formalización del contrato y presentar un estudio de salud y seguridad laboral, un plan de gestión de residuos y la documentación necesaria para comenzar las obras (pólizas, licencias y autorizaciones, programa de trabajo, relación de la maquinaria y del personal que trabajará en la rehabilitación...). El acto de comprobación de replanteo, que oficialmente supondrá el comienzo de la intervención, se llevará a cabo en el plazo de un mes a partir de la firma del contrato, probablemente en torno al mes de diciembre.

Lo más llamativo de la adjudicación de las obras del Ayuntamiento ha sido la sustancial rebaja -superior a los cinco millones de euros- que ha planteado la constructora del grupo ACS. El coste de 13.286.379,67 euros que figuraba en el presupuesto base durante el proceso de licitación se ha reducido a 7.999.729,20 euros, que el Ayuntamiento asumirá en solitario. Es algo que ya se da por hecho. Será la mayor inversión municipal jamás realizada. Ninguna obra promovida en exclusiva desde el Ayuntamiento con recursos propios consigue igualar esta cantidad.

La inversión, tal y como estaba previsto inicialmente, se repartirá en tres anualidades presupuestarias que se repartirán entre los ejercicios de 2015 y 2017. De entrada, la obra cuenta ya con cuatro millones de euros procedentes de la operación de crédito que el Ayuntamiento solventó a principios de este año, justo antes de abordar el proceso de licitación. Es la mitad del coste total de la intervención. Las partidas que estaban previsto asignarse en los presupuestos de 2016 y de 2017 -de cuatro millones cada una- se reducirán ahora a dos millones, lo que deja prácticamente solventada su financiación.

El PP, en este sentido, reclamó ayer la implicación de la Junta de Andalucía en la ejecución de estas obras de rehabilitación, tal y como se acordó en el convenio marco que se firmó el 19 de diciembre de 2002, en el que la administración autonómica se comprometió a costear el 50% de los trabajos. El concejal popular Daniel Nieto insistió en esta cuestión al valorar la adjudicación de las obras para subrayar también la gestión del PP y del ex alcalde José Loaiza en este proyecto. "Se culmina el trabajo desarrollado por el anterior gobierno municipal. Hasta aquí todo ha sido responsabilidad de Loaiza. Ahora le toca a la nueva alcaldesa hacer algo en un proyecto y en una adjudicación en la que no han intervenido", señaló.

De "día histórico" habló, por su parte, la regidora, Patricia Cavada, al referirse a la adjudicación del proyecto de rehabilitación del Ayuntamiento y al pronto inicio de las obras. "Han sido unos trabajos largamente esperados por los isleños", recordó. De hecho, desde el equipo de gobierno no solo se aludió a la actividad económica en pleno centro de la ciudad que traerán consigo casi dos años de obras sino también a la "inyección moral" que supondrá la intervención para la ciudadanía. Aludía así a la negativa referencia que durante casi una década ha supuesto para San Fernando el cierre del Palacio Consistorial, su monumento más significativo. Su deterioro, sin pretenderlo, se había convertido en la imagen más representativa de una ciudad en sus horas más bajas. "Algo que ahora va a empezar a cambiar", apuntó en este sentido Cavada, que relaciona también este proyecto a la transformación de la céntrica plaza del Rey.