San Fernando

Volver a peatonalizar la calle Real

  • El nuevo gobierno prepara medidas para limitar el excesivo tráfico rodado de la principal vía de la ciudad La concejalía de Movilidad intenta también "aliviar" la situación de la playa

Hay dos prioridades en materia de tráfico a las que el nuevo equipo de gobierno quiere meterle mano a la mayor brevedad posible: los accesos a la playa y la situación de la calle Real. La alcaldesa, Patricia Cavada, ha encargado a la concejalía de Movilidad, coordinada por el edil Antonio Rojas, que se ponga manos a la obra y que empiece a estudiar las posibles medidas a adoptar para hacer frente a ambos problemas.

No es fácil. Sobre todo, en el caso de Camposoto, sin antes hacer las necesarias obras de remodelación de los accesos, de las que tanto se ha hablado en los últimos años -aunque no haya habido avances- y que requieren de su proyecto e inversión.

Pero el equipo de gobierno cree que hay opciones para "aliviar" de inmediato la situación que se repite todos los veranos. Sin ir más lejos, el pasado domingo -que fue el primero de la temporada- la Policía Local tuvo que cortar a mediodía la entrada a la playa al haberse cubiertos ya todos los aparcamientos existentes. Por eso, desde el Ayuntamiento se quiere dar alguna respuesta a esta situación que afecta a cientos de isleños y al principal recurso de ocio de verano que tiene la mayoría de los ciudadanos.

Por el momento, se ha encargado la redacción de un informe al servicio de tráfico de la Policía Local que servirá de base para decidir posibles acciones a desarrollar, aunque de entrada se habla de algunas alternativas: mayor presencia policial para garantizar la fluidez de la circulación en horas clave, potenciar el transporte público y la utilización del carril bici, medio por el que optan cada vez más usuarios para ir a la playa. Hay además -explica Antonio Rojas- un proyecto ya hecho para dotar a la primera bolsa de aparcamiento, la que está en las proximidades del Pozo Alcudia, de un acceso directo que agilizaría la entrada y salida de vehículos, aunque hay que hacer las obras para ponerlo en práctica.

Las medidas concretas que se adoptarán, no obstante, tendrán que esperar al informe. Eso sí, se tratará en todo caso de acciones paliativas porque está claro que los problemas de la playa no se solucionarán definitivamente hasta que no se afronte la remodelación completa de los accesos a la que se ha comprometido el nuevo Ayuntamiento.

Más relevante es la situación del tráfico en la calle Real, donde el equipo de gobierno está decidido a poner orden y acabar con el tránsito indiscriminado de vehículos. Es un compromiso de la nueva alcaldesa, que además achaca el mal estado de la calzada -que ahora se está reparando- a la excesiva permisividad que ha existido con los coches durante el mandato del PP.

Por ahora se está estudiando como hacerlo. En esencia, se trata de que la circulación de la calle Real se limite a lo verdaderamente imprescindible, tal y como se planteó hace siete años cuando comenzaron las obras del tranvía. Se pretende que el tráfico discurra exclusivamente por las vías alternativas habilitadas para los cruces de calle y por el itinerario que se fije a los residentes que tienen que acceder a los garajes que existen a lo largo de la vía peatonal. Y poco más. El Ayuntamiento quiere también consensuar la mejor zona y horarios para la carga y descarga y un recorrido específico para que los taxistas accedan a las paradas. En realidad, viene a ser prácticamente lo mismo que se propuso cuando se abordó la semipeatonalización de la arteria principal de la ciudad allá por 2008. "Si no se adoptan medidas para limitar el tráfico dentro de poco tendremos otra vez igual la calle Real, que no es apta para la circulación rodada", advertía ayer el concejal de Movilidad al referirse al penoso estado de la plataforma que ahora se está arreglando.

Para tratar este tema se han mantenido ya varias reuniones en las últimas semanas y se está también a la espera de un informe previo por parte del servicio de tráfico, que será clave para dar forma a estas medidas de control que se quieren poner en marcha.

Rojas, en este sentido, apuesta por una implantación gradual y una campaña de información previa que permita a los ciudadanos ir acostumbrándose a esta nueva realidad, además de señalizar adecuadamente restricciones y rutas de acceso, especialmente en las zonas más próximas a la calle Real.

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