Los primeros trabajos en firme para rehabilitar el Castillo de San Romualdo arrancaron hace 16 años cuando el arquitecto Juan Carlos Sánchez -a la postre responsable de toda la intervención llevada a cabo- elaboró el primer diagnóstico del edificio histórico. Paralelamente, desde el Ayuntamiento empezaron a promoverse las primeras expropiaciones de las fincas del entorno para despejar el espacio que rodeaba al monumento. No era la primera vez que se pensaba en rescatar y poner a punto el Castillo. Pero hasta ahora toda tentativa había caído en saco roto. Aquella vez, sin embargo, el proyecto consiguió echar raíces para fructificar años después y permitir que en mayo de 2006 -pronto se cumplirán nueve años- arrancaran las obras. Aunque tampoco fue un camino fácil. El proyecto, que inicialmente se pensaba terminar con vistas al Bicentenario de 2010, chocó pronto con dificultades. La obra empezó a sufrir parones y la falta de dinero obligó a marchar como buenamente se pudo, echando mano a todo lo que se podía: a los fondos europeos gestionados por la Diputación, a los planes E, a las subvenciones del Ministerio de Cultura, a los presupuestos municipales... De todos hay metido dinero en este proyecto de rehabilitación que se ha prolongado en el tiempo durante más de 3.000 días. Poco a poco -eso sí- el Castillo fue revelándose a los isleños como una auténtica joya de su patrimonio histórico y como una verdadera oportunidad turísitica y cultural que se vinculó al desarrollo de la calle Real.

Ayer, ese proyecto de recuperación que arrancó hace 16 años cumplió un hito decisivo al abrirse por fin las puertas del Castillo de San Romualdo una vez concluidos los trabajos correspondientes a la última fase de la rehabilitación, que arrancaron en 2014.

El alcalde, José Loaiza, acompañado del delegado de Desarrollo de la Ciudad, Ángel Martínez, presidió este acto de inauguración que se llevó a cabo en la antigua capilla del Castillo y mostró a los ciudadanos el resultado de la intervención llevada a cabo, que se resume además en una somera exposición que se sustenta en varios paneles y proyecciones fotográficas que reflejan los trabajos desarollados.

El Castillo tiene todavía tarea por delante para afrontar su adecuación definitiva como espacio cultural y museístico, pero el edificio -así lo aseguró el regidor- está en condiciones de ponerse en uso, de abrir sus puertas a la ciudadanía y de empezar a convertirse en un referente para la ciudad. Ese es el propósito que persigue el equipo de gobierno, que ha lanzado incluso una programación cultural que se prolongará hasta el próximo mes de junio y que incluye conferencias, exposiciones, conciertos y actividades culturales.

La Isla recupera su alma es el lema con el que desde el Ayuntamiento se ha bautizado la apertura y puesta en uso definitiva del Castillo. La frase alude a la importancia histórica que tiene este representativo edificio para la ciudad, a cuyos mismos orígenes se vincula, como ayer apuntó el delegado de Desarrollo, Ángel Martínez, durante una intervención en la que recordó cuando La Isla era el Logar de la Puente. "La vida de La Isla no podría entenderse sin el Castillo de San Romualdo", aseguró.

También el alcalde, José Loaiza, refirió el hito que supone abrir a La Isla las puertas de su Castillo, enfilar la recta final de una prolongada intervención -la obra más duradera que ha habido en la ciudad- y darle un uso cultural.