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San Fernando

Fadricas, el único polígono en activo de La Isla, está al 70% de su capacidad

  • Los empresarios notan una mejoría en la situación pero para aprovecharla precisan de una importante inversión para la puesta a punto de un recinto que está a punto de cumplir 40 años

Fadricas I es desde hace casi 40 años el único polígono industrial que existe en la ciudad y, por tanto, un claro termómetro de su actividad económica. Especialmente, tras las malogradas iniciativas de Fadricas II -su ampliación hacia La Casería- y de Puente de Hierro, dos fracasos rotundos que han incidido en el gran talón de Aquiles de San Fernando: su falta de tejido industrial.

Un acuciante problema que empezó a notarse allá por los años 90 tras la desaparición de empresas que históricamente han dado de comer a buena parte de La Isla, como Fábrica de San Carlos (FSC), y que se hizo patente con la decreciente actividad que se ha ido registrando en el sector naval y en la factoría de Navantia. La situación ha adquirido tintes realmente dramáticos en los últimos años a raíz de la crisis económica y sus consecuencias, que han acabado con muchas de estas pequeñas y medianas empresas que mantenían en pie el sector.

También en Fadricas. En torno a un 30 o 35 por ciento de las empresas que allí se asentaban se han visto obligadas a cerrar. La industria auxiliar del sector naval -allí se localizaban varias de estas empresas por su cercanía a los astilleros- ha sido la más afectada por los años sin carga de trabajo por los que ha pasado Navantia. También toda la actividad vinculada al sector inmobiliario y la construcción (carpinterías de aluminio, mobiliario...). Y, por supuesto, las pequeñas empresas, incapaces de resistir los embates de la crisis. Hoy, según la gerencia, el polígono industrial se encuentra a un 70 por ciento de su capacidad, aunque -asegura- se nota cierta mejoría y se trabaja ya en un panorama económico distinto.

Es una coyuntura más favorable que se espera que se consolide en los próximos años para facilitar la recuperación del polígono y, por ende, el resurgir de la actividad económica en el municipio, que se liga también a la puesta en marcha de iniciativas como el Janer. Para ello, sin embargo, es indispensable la puesta a punto de este espacio, de la que tanto se ha hablado esta semana a raíz de las ayudas de la Junta de Andalucía para la modernización de los polígonos.

Los pequeños y medianos empresarios que se asientan en Fadricas lo tienen claro. El polígono arrastra importantes carencias desde sus primeros tiempos que nunca se han llegado a superar. Hay problemas de iluminación y suministro eléctrico, de accesibilidad, tráfico y ordenación de viales. Es necesario -explica su gerente, José Ramón Arrocha- acabar con la caótica situación de Fadricas y ordenar toda la zona.

Es lo lógico. Primero solventar los problemas que arrastra el único polígono industrial que existe en San Fernando para conseguir que vuelva a funcionar a pleno rendimiento. Y luego reflotar las iniciativas fracasadas como Fadricas II. El Ayuntamiento tiene un proyecto integral para todo ello que cifra en 3,6 millones de euros y que el alcalde, José Loaiza, ha dado a conocer esta semana. Se quiere empezar -al menos en parte- en 2015, con las ayudas de la Junta y con partidas municipales.

Pero -como señalan desde el polígono- el verdadero despegue de Fadricas no llegará hasta que se completen sus infraestructuras con una obra de la que se habla, recuerdan, desde la década de los años 90: el acceso desde la variante de la CA-33, cuyas obras quedaron paralizadas en 2008 para la ejecución del desdoble de la vía férrea y la construcción de la estación de Bahía Sur y no han vuelto a comenzar. "El acceso es vital para el polígono", señala Arrocha, que incide en los problemas de accesibilidad que tiene el recinto y la dificultad que entraña para transportes pesados que abastecen a las empresas allí instaladas acceder por los puentes de Bahía Sur.

A la ejecución de este acceso -uno de los temas pendientes que Fomento tiene con la ciudad- se une el desarrollo de la zona de los polvorines, las nuevas conexiones previstas desde La Casería y desde la zona norte del término municipal, que cambiarán drásticamente el escenario en el que trabajan estas empresas. El futuro -aseguran- puede ser muy bueno, pero hay que ponerse en marcha.

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