San Fernando

Pendientes de una solución

  • El club náutico de La Casería aguarda la respuesta definitiva para la acumulación de los lodos

Las cosas no terminan de ir bien para el club de La Casería. La entidad vive pendiente del problema de acumulación de lodos que sufre, y que impide el tránsito de embarcaciones a menos que esté la pleamar. La solución no parece sencilla, pero se espera una respuesta satisfactoria de la Administración local, con cuyos responsables ya mantuvieron varios encuentros. "Si no hay noticias, volveremos a insistir, porque esto no se puede quedar así", apuntaba el presidente, Sinforiano Flores, hace unas semanas. Desde el Ayuntamiento se le ha pedido que comience a trabajar en el tema para avanzar en una primera medida, la eliminación de esos fangos.

Efectivamente, por el momento, se plantea para retirar los sedimentos acumulados también entre los pantalanes un dragado de todo el entorno, una respuesta de cualquier manera que se antoja provisional pues con el tiempo el club volvería a encontrarse en la misma situación. Dos años ha durado el anterior dragado que se ejecutara. Es por ello que insisten en que la intervención definitiva sería la construcción de una escollara protectora, que evitara que los fangos arrastrados por la marea se desplazasen hasta las instalaciones. Mientras tanto, eso sí, y puesto que se habló con el alcalde, José Loaiza, de ese dragado, la entidad ya se ha puesto manos a la obra y ha contactado con dos empresas que han dado un presupuesto aproximado de la actuación.

Con todo este asunto encima, el náutico de La Casería da pequeños pasos en otra cuestión, como es la escuela de vela. Ya tienen un socio que hará las veces de monitor, pero durante el verano no han tenido alumnos suficientes para que la actividad tuviera un precio módico. Todo lo contrario ha ocurrido en el club náutico de Gallineras, que desde mayo ha contado con la asistencia de unos 400 niños, muchos dentro de las actividades de deportes de mar que se realizan con programas municipales.

En el caso de Gallineras, su secretario, Eugenio Pérez, reconocía que la situación sigue difícil por la crisis, que les hace, por ejemplo, "no plantearse en firme la ampliación de las instalaciones". Existen en los pantalanes de este club algunos amarres libres de 6 metros, aunque, eso sí, se están ocupando poco a poco. Otra cosa es, y en este cuestión es donde sería necesaria la ampliación, los amarres de más de 9 metros. "Los veleros están fondeados porque no tenemos amarres para este tipo de embarcaciones. Deberíamos tenerlos, pero no nos atrevamos", señala Pérez, precisamente por aquello de la crisis.

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