Ni en broma quiere escuchar el comercio del centro que se habla del inicio de las obras en la calle Real durante los próximos meses. El rechazo que suscita el proyecto planteado para reparar el lastimoso estado del pavimento es total. Y no porque crea que la intervención no es necesaria. El penoso aspecto que presenta la principal arteria de la ciudad -cuyos tramos centrales cumplirán seis años a principios de 2015- precisa de una importante puesta a punto. Son conscientes de ello y de que, otra vez, hay que volver a abrir la calle para arreglar las múltiples losas que están rotas.

Pero el comercio tiembla ante el impacto que podrían acarrear dichas obras y teme verse arrastrado por un proyecto que puede hacer peligrar la campaña de Navidad, a la que se aferran para remontar los años de crisis e incrementar las ventas. Para muchos de estos negocios estas semanas son la clave que permiten salvar el año y seguir adelante. No se juega con eso, advierten. Y mucho menos cuando el sector lleva seis años sufriendo las consecuencias del tren-tranvía sin contrapartidas de ningún tipo.

Las obras para el arreglo de la calle Real, que el Ayuntamiento y la Junta de Andalucía consensuaron el pasado mes de marzo, cuentan inicialmente con un plazo de ejecución de cuatro meses y, según las últimas informaciones conocidas, estarían a punto de adjudicarse de forma que su comienzo podría ser inminente. Y eso es precisamente lo que temen los comerciantes. Si las obras empiezan en octubre o noviembre afectarán de lleno a la campaña navideña, que suele arrancar en el puente de la Constitución para terminar en Reyes y tener luego su continuación con las rebajas.

"No lo vamos a consentir", afirmó ayer el presidente de la Asociación de Comerciantes de San Fernando (Acosafe), Manuel Luna. "Si realmente se prevé empezar ahora las obras van a encontrar con nuestro total rechazo y nos movilizaremos para evitarlo", avisaba.

El colectivo, recuerda, apoyó en su día el proyecto del tranvía por las ventajas que en teoría iba a reportar con la peatonalización y la mejora de la movilidad. Pero han pasado seis años ya del comienzo de las obras, el tranvía no está en marcha y acaba de retrasar su puesta en uso hasta 2016, la calle Real ofrece una imagen lamentable... Al centro -insiste Luna- le hace falta una adecuada señalización que conduzca al tráfico desde los accesos de la Venta de Vargas y de La Ardila. Y los compromisos como los aparcamientos previstos en la plaza del Rey, en La Magdalena o en la plaza Sánchez de la Campa se han esfumado.