La Isla ciudad flamenca terminó la la semana pasada en una jornada marcada por la falta de una clausura a la altura del resto de su programación. No hay que olvidar, no obstante, lo diferente que hubiese sido el verano sin la organización de este ciclo de eventos culturales de índole flamenca en el ocio isleño que ha ofrecido espectáculos como los conciertos del ciclo municipal Música en La Mayor -que alumbraron las veladas de los jueves con las actuaciones de grupos como EA! o la Chekara Andalusí-, Los sábados en la Venta de Vargas -con sus memorables actuaciones de figuras tan ilustres como las de Paco Cepero o Dolores Agujetas, junto a las de otros jóvenes valores de La Isla y la provincia, como Alonso Rancapino y Ana Polanco-, o los eventos organizados a la altura de las más grandes salas, como el Homenaje a Manuel Monge y el musical Eterno Camarón; que también contaron con la colaboración de los organizadores de esta programación cultural.

Según Javier Fernández, Chico, de Flamencos de La Isla, una de las empresas implicadas, la intención de los organizadores fue desde el primer momento traer a La Isla el mejor flamenco. Ello se ha conseguido con la mayor economía de medios posible. De esta forma, se ha logrado dar a conocer a todos los isleños algunas propuestas totalmente gratuitas como las escuelas de cante en las peñas Camarón y Chato de La Isla y los amaneceres del nuevo Bahía Sur, que han destacado en la última parte del verano. El impulso al comercio y a la hostelería también fue una de sus metas, remarcándose en la noche blanca, que se recuerda como una de las más exitosas de los últimos años.

En lo referente a su semana de colofón se reconoce que no ha destacado en su singularidad, aunque empezó el lunes con las clases de cante en la peña Camarón de La Isla. Estas aulas, en cualquier caso, seguirán activas como lo llevan haciendo incluso antes del inicio de La Isla ciudad flamenca, formando a la cantera del mejor cante local de la mano de Pedrín García, que acoge también a curiosos que quieren presenciar sus lecciones.

El miércoles tuvo lugar en la taberna El Embrujo la actuación de Toñi Romero, que ofreció su cante de palos puros de su tierra a un público que también saboreó la propuesta culinaria del local. La velada del jueves vivió la conclusión del ciclo de conciertos de Música en La Mayor, que organiza la Delegación Municipal de Cultura, con la actuación de Carmen La Shica que aportó su estilo de flamenco fusión en una plaza de la Iglesia donde seguro que se echarán de menos eventos de esta índole a partir de ahora. Simultáneamente en la peña Chato de La Isla transcurrieron las clases de cante de Aguilar de Vejer.

El sábado fue el último día de conciertos de este programa flamenco. Y supo a poco. Si bien es cierto que las aportaciones de De Sola a los amaneceres del nuevo Bahía Sur estuvieron a un nivel notable como se espera de este prometedor artista. La noche en la Venta de Vargas dejó, sin embargo, un sabor agridulce, porque se echó en falta la participación de un mayor número de artistas para lo que finalmente fue la clausura. En esta madrugá flamenca destacó como siempre el apasionado baile de Virginia Veler y la entrega de Juan Castilla y toda su familia.

Para San Fernando, La Isla ciudad flamenca ha mostrado, aún con una inversión humilde, el potencial del municipio para generar eventos culturales de esta índole. La pena para quienes se han mplicado en ello es que no se sigan impulsando este tipo de iniciativas el resto del año.