La residencia y unidad de estancia diurna de Afa Vitae (Alzheimer) recibió ayer la visita del director general de Personas Mayores, Infancia y Familia de la Consejería de Igualdad, Salud y Políticas Sociales de la Junta de Andalucía, Ángel Acuña, que conoció de primera mano el centro y el trabajo que desde la asociación se lleva a cabo.

Acuña, que acudió acompañado de la portavoz del PSOE isleño, Patricia Cavada, fue recibido por la presidenta de la entidad, Mari Pepa Rodríguez Castañeda, y por la junta directiva de la entidad, quienes le mostraron con detalle las instalaciones. Roberto Suárez, director técnico de la residencia María Dolores Castañeda, junto a otros profesionales del centro se hizo cargo de las explicaciones oportunas. Acuña se mostró especialmente interesado en los talleres de estimulación que trabajan con los enfermos de Alzheimer, una de las facetas más características del trabajo que desde Afa Vitae se lleva a cabo en el centro de Camposoto.

De hecho, la visita coincidió con la puesta en marcha de dos nuevos programas de estimulación que son pioneros, como explicó la presidenta de la entidad. Uno de ellos, curiosamente, se basa en la utilización de videojuegos de consola para favorecer la estimulación cognitiva asociada con destrezas y habilidades.

Tras recorrer también la zona del centro reservada a la residencia, el director general de Personas Mayores se reunió con la directiva de la entidad, que abordó la precaria situación de la dependencia y solicitó la colaboración del Gobierno andaluz. Rodríguez Castañeda, en este sentido, fue especialmente incisiva al referirse al trabajo que llevan a cabo desde asociaciones y entidades que son ONGs y que carecen de ánimo de lucro. Su único objetivo -apuntó- son los pacientes. Así subrayó la paradoja que supone que un centro pionero en Andalucía -como es la residencia de Alzheimer- y que en su día contó con el apoyo de la Junta ahora vea que sus plazas concertadas no se cubren mientras se da preferencia a entidades privadas, que no tratan el Alzheimer con la misma especificidad y dedicación, lo que afecta de lleno a los pacientes.

Hay casos de enfermos -señaló- que tras años de tratamiento en la residencia de Afa Vitae han sido obligados a trasladarse a otros centros privados que tienen plazas concertadas con la Junta mientras que, sin embargo, no se cubren la plazas que hay concertadas con Alzheimer. Acuña se comprometió a mediar con Afa Vitae para la búsqueda de soluciones. Antes de marcharse, firmó en el libro de honor de la asociación.