San Fernando

Al rescate del legado cultural isleño

  • La Plataforma para la Defensa del Patrimonio Local apela al compromiso ciudadano El grupo se declara a favor de los planes de dinamización sostenibles que protejan enclaves históricos

"Un espacio de comunicación y entendimiento entre asociaciones, grupos o personas que quieran ser partícipes del Patrimonio y la Historia de San Fernando". Esa era la voluntad compartida por todos los estudiantes y expertos en las diferentes áreas del saber que decidieron, hace dos años, constituir el germen de lo que acabaría siendo la Plataforma para la Defensa del Patrimonio Isleño. Una corriente surgida a raíz del movimiento asambleario 15-M que, desde entonces, ha venido desarrollando diversas actividades a objeto de concienciar a la población local sobre la importancia de unos bienes que no sólo deben conservarse como herencia de cara a generaciones futuras sino que, de saber gestionarse convenientemente, constituirían una fuente de recursos esencial en estos tiempos que corren.

Dichas actividades han sido orientadas hacia la divulgación del patrimonio local a través de una serie de visitas guiadas para dar a conocer, con mayor profundidad, los, en ocasiones, olvidados enclaves de extraordinario interés cultural y natural con que cuenta La Isla, entre ellos, el complejo de fortificaciones del Puente Zuazo, el conjunto histórico de Punta Cantera o las baterías defensivas que poco a poco desaparecen bajo las dunas de la Punta del Boquerón. Algunos de estos encuentros contemplaban, además, una actuación medioambiental importante, ya que los participantes aprovechaban para realizar una limpieza general del entorno y colocar paneles explicativos en los distintos lugares de interés por donde discurría la ruta en cuestión.

Pero la empresa que más importancia tiene para el colectivo es, probablemente, la de ejercer presión para que los organismos públicos den prioridad a este patrimonio sobre otros intereses con los que no siempre existe un paralelismo por defecto.

Miguel Ángel López, uno de los principales impulsores de la iniciativa y defensor a ultranza de los terrenos de Punta Cantera para su conservación y puesta en valor, insiste en la idea de que "el desarrollo económico y social de una ciudad no sólo pasa por crecer en bloques de hormigón". Por tanto, espera que el plan municipal para convertir los terrenos de Fadricas en el futuro eje de la ciudad, mediante la construcción de 1.750 viviendas, no afecte en absoluto al legado patrimonial que allí subsiste. Un proyecto que se ha topado con algunas dificultades debido a lo estipulado el Plan de Protección del Corredor Litoral de Andalucía y cuya interpretación literal, según el Gobierno municipal, perjudica a una Isla sin espacio suficiente para su desarrollo urbanístico.

López insiste en la necesidad de hacer de esta iniciativa un plan sostenible que respete la historia y la estética del entorno. Algo 100% compatible con la creación de actividad económica, puesto que "podría hacerse cualquier cosa en estos polvorines que, con la sola recuperación de sus cubiertas vegetales y el laberinto de caminos que los conectan, pasarían a convertirse en la gran balconada de La Bahía".

Lo cierto es que algunas voces optan por la explotación de los espacios del centro como medida ante la necesidad que toda ciudad tiene a la hora de expandir su carácter residencial. Y no es de extrañar, dada la cantidad de fincas vacías que a lo largo del casco se extienden y otras tantas a punto de ceder ante el inexorable paso del tiempo.Fincas que bien podrían adaptarse a las necesidades actuales mientras cumplan, eso sí, con los principios de conservación e integración en el entorno establecidos por la normativa del PEPRICH (Plan Especial de Protección del Casco Histórico).

Algunas de estas fincas destacan sobre las demás por su singularidad o méritos arquitectónicos. Es el caso de Lazaga, frente a San Francisco, o la antigua sede de la Cruz Roja, al inicio de la calle Real según se accede desde el puente, actualmente en trámite de expropiación por parte del Ayuntamiento y a la espera de una más que necesaria intervención que la libere de su estado de ruina. Pese a los diversos proyectos puestos sobre la mesa para otorgar usos a una y otra, aún no se sabe con certeza qué les deparará el futuro. Y he aquí otra de las causas por las que aboga la plataforma: la necesidad de dotar de contenidos a los inmuebles previamente rescatados. Un problema que va más allá de la arquitectura dieciochesca del centro y que se expande a las principales zonas históricas de San Fernando como el complejo defensivo del Puente o el castillo de San Romualdo, cuyas propuestas de uso aún no han quedado completamente definidas.

López sugiere como posible solución, el aprovechamiento de las instalaciones por parte de entidades vinculadas o no al mundo de la cultura, que tuvieran la oportunidad de desarrollar allí talleres y actividades a cambio de cumplir con labores básicas de mantenimiento. Reconoce las ventajas de una posible gestión privada para dotar de contenidos a estos espacios donde se generaría actividad económica sin coste alguno para las arcas municipales, pero "teniendo en cuenta el carácter público de la inversión, lo justo es que sea ese público el beneficiado", por ello, considera que "tal ecuación no resulta del todo". No obstante, este defensor del Patrimonio elogia la gran labor desarrollada por empresas como Loggia en enclaves históricos de la talla del castillo de Sancti Petri, hornos púnicos o el recién adjudicado molino del Zaporito, donde se pondrá en marcha un plan de dinamización del entorno.

Mucho por hacer para una entidad joven que necesita de personas comprometidas para infundir inspiración a los otros miembros del grupo, en esta gran labor que es velar porque la ciudad continúe viviendo de sus recuerdos.

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios