ocio Oferta insuficiente para el verano en San Fernando

La noche de los jóvenes, la asignatura pendiente de La Isla

  • Las actividades de ocio nocturno se resumen a los pubs de la zona más céntrica de la ciudad con una oferta insuficiente de la que se quejan hosteleros y ciudadanos

Si existe una preocupación dentro de la juventud en San Fernando y especialmente en los meses de verano esa es la concerniente a las posibilidades que ofrece la ciudad en materia de ocio nocturno.

Al llegar los primeros días de julio y con la finalización del curso escolar y universitario, los más jóvenes tienen que buscar en muchos casos salidas hacia otras ciudades de la Bahía de Cádiz que sí tienen una oferta más diversificada y acorde con los gustos y necesidades que este sector de la población demanda.

San Fernando, ciudad con un mayor número de habitantes que las cercanas Chiclana o El Puerto de Santa María, solo cuenta en la actualidad con dos salas con licencia de apertura de discoteca -con la posibilidad de un horario ampliable hasta las siete de la mañana- y con un número variable en varias decenas de pubs que buscan sobrevivir en una difícil situación económica.

Desde la dirección de la sala H21 -una de las dos que tienen en San Fernando el tipo de licencia de apertura máxima en horario- comentan que "aunque llevamos abierto desde noviembre del pasado año, en julio hemos mantenido el nivel de afluencia de público de los meses anteriores, incluso algo superior, pero en agosto y con la salida de isleños de vacaciones a otros lugares, la cantidad de visitas ha bajado sensiblemente".

Esta sala, situada en el centro comercial San Fernando Plaza, encuentra en el aliciente de una terraza el mejor reclamo para sus clientes aunque nunca se llegue a cerrar el local hasta el horario máximo permitido, puesto que tal y como aseguran "no existe ambiente en San Fernando en verano que se mantenga hasta las siete de la mañana, ese público suele ir a otras localidades".

Por otro lado, los pequeños bares y pubs de la ciudad con un horario más reducido -hasta las tres de la mañana- han tenido que buscar en la instalación de pequeñas terrazas en la calle una forma de diversificar su oferta ante las altas temperaturas propias de estas fechas, buscando la mejor opción de reclamo para los posibles clientes.

Con respecto a este asunto la queja por parte del sector hostelero reside en el horario marcado desde el gobierno andaluz para la retirada de las terrazas, fijado a las dos de la madrugada, un horario "totalmente insuficiente para el público que acude desde una hora más tardía que el resto del año a tomar algo en estos espacios", según nos señala el gerente del pub Merryman´s , situado en la calle Cecilio Pujazón y que ha realizado obras recientemente en su local, abierto desde el año 2002, para dar un mejor servicio a una pequeña terraza.

De igual manera, Soho, situado en la calle Real y que se encuentra abierto desde diciembre del pasado año, aglutina en el periodo estival a un público joven que repleta cada noche las mesas situadas en una terraza en la misma arteria principal de la ciudad. Su único problema actualmente e, como declara su responsable, Rita de la Cruz Tenorio, "el acoso y derribo al que estamos siendo sometidos diariamente el sector hostelero"; y añade: "creemos que desde el consistorio local se podría ampliar el horario de terrazas en verano al igual que se hace en otros momentos puntuales del año, puesto que con la presencia policial a partir de la una y media de la madrugada lo que se hace es frenar de golpe el momento de máxima ocupación de nuestros locales".

Lo que reclaman los hosteleros, al igual que sucede en el caso del pub Lua situado en la calle Las Cortes, en una zona peatonalizada para este menester es "una hora más, al menos hasta las tres de la madrugada, en la que se pueda ofrecer un servicio algo más amplio para lo que el ciudadano pide".

Es, en definitiva, una queja común entre los propios empresarios que intentan salvar esta época del año -y hacer su agosto particular- y principalmente de los jóvenes que aseguran que "no es lógico que se cierren las terrazas en este horario cuando en otros lugares de la Bahía se puede desarrollar la misma actividad en un horario más amplio".

Con la suma de todos estos factores el resultado es claro cada verano en San Fernando y con una línea cada vez más marcada. Los jóvenes tienen que salir fuera, buscar nuevos mercados dentro de las ciudades cercanas que viven del turismo veraniego y que explotan de mejor manera el ocio durante las noches de estos meses. "Todo un peligro, puesto que es ponerse en carretera y además un gasto económico mucho mayor para nuestros bolsillos, algo que no se puede soportar todos los días" comentan algunos jóvenes.

Sin duda, la asignatura pendiente cada verano para San Fernando y sus jóvenes.

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