El Ayuntamiento de San Fernando, a través de la Delegación Municipal de Servicios Sociales, va a destinar una cuantía de casi 26.000 euros (25.992,88) para el programa de Ayudas Económicas Familiares con un objetivo fundamental: que las familias con menos recursos mantengan su unidad a pesar de la difícil situación que atraviesan. De esta forma, los menores permanecerán junto a sus padres y no se verán obligados a ser tutelados por una institución ajena.

Así pues, esta iniciativa, cuya gestión se articula mediante un convenio de cooperación entre la Junta de Andalucía y el Ayuntamiento de San Fernando, persigue reforzar el núcleo familiar como el entorno idóneo para la correcta educación de los niños, independientemente de los ingresos económicos de cada hogar.

El desarrollo de este programa se valora como un recurso de apoyo muy positivo. En concreto, el año pasado se beneficiaron 44 menores pertenecientes a 21 familias isleñas. Gracias a este proyecto conjunto entre ambas administraciones, se prestó ayuda a estas familias en situación de riesgo de manera que pudieran cubrir las necesidades básicas de sus hijos evitando que las dificultades a las que están expuestas se agraven y, por tanto, tener que adoptar medidas de protección sobre los menores.

"En estos tiempos de crisis que corren, las administraciones no tenemos más remedio que seguir ayudando a los más desfavorecidos, en este caso, porque lo más correcto es que los niños menores estén con sus padres, pues es en la unidad familiar donde recibirán su desarrollo más correcto", afirmó María José Moreno Subirana, delegada de Servicios Sociales del Consistorio isleño.

Cabe recordar que las Ayudas Económicas Familiares son prestaciones temporales, de carácter preventivo, que se conceden a familias para la atención de las necesidades básicas de menores a su cargo cuando carecen de los recursos suficientes para ello, y se dirigen a la prevención, reducción o supresión de factores que generen situaciones de dificultad social para los niños, con el fin de evitar su institucionalización y posibilitar su integración en el entorno familiar y social.

Estas ayudas son una prestación básica complementaria de los Servicios Sociales Comunitarios y se consideran un recurso que debe de estar integrado en un Proyecto de Intervención Familiar. Entre las características de estas subvenciones destaca que tienen una duración temporal de seis meses, pudiendo prorrogarse hasta dos años más, y los objetivos generales que se plantean con su concesión pasan por prevenir situaciones de conflicto o deterioro familiar o personal, provocado por la falta de recursos económicos en el hogar donde el menor reside, y apoyar a la unidad familiar para la atención de los requerimientos básicos de los niños de forma que se facilite su permanencia en el entorno familiar, evitando que se tenga que adoptar por este motivo medidas de protección sobre los menores.

Durante el tiempo que la familia es atendida desde este programa se realiza un Proyecto de Intervención Familiar encaminado a que desaparezcan las circunstancias motivadoras de la situación de riesgo detectada.