Fue a finales del pasado mes de diciembre cuando comenzaron a registrarse los primeros robos en estancos y bares de la Sierra de Cádiz. Todos con el mismo modus operandi, cometidos por un grupo especializado que, pertrechado de inhibidores de frecuencia para anular las alarmas de los establecimientos, y usando bombines para arrancar de cuajo las cerraduras, entraban y asaltaban los negocios, llevándose tabaco, licores, televisores de plasma, ... cualquier cosa de valor con la que se toparan en e l interior. Agentes de la Policía Judicial de la Comandancia de Cádiz emprendieron entonces una investigación que, cuatro meses y medio después, ha acabado con una activa organización radicada en Sevilla a la que se le atribuyen 18 asaltos en Andalucía Occidental. Cuatro en la provincia sevillana, entre la capital (en una óptica y en una farmacia), municipios del Aljarafe y una venta en el kilómetro 562 de la N-IV, en Los Palacios; dos en Córdoba (en un estanco y una tienda de informática en Pozo Blanco y Puente Genil) , dos en Huelva, y la práctica totalidad, 10, en Cádiz, en estancos y bares de Villamartín, Arcos, Bornos, Espera y Alcalá del Valle.

El Juzgado de Instrucción Número 3 de Arcos ha tutelado la investigación que ha deparado la puesta en marcha de la bautizada como Operación Tutum, que se ha saldado hasta la fecha con la detención de 26 personas, de las que 8 han sido enviadas a prisión.

Los encarcelados forman parte de la organización conformada por 15 personas de nacionalidad rumana que se encargaba de dar los palos. Un grupo de 7, todos hombres, los daba físicamente, mientras que los 8 restantes, entre ellos, varias mujeres, hacían el trabajo de campo previo, vigilando los posibles objetivos, obteniendo información de los estancos y negocios a asaltar, para después encargarse de ocultar las herramientas y el género robado. Este grupo estaba asociado con una red que dirigía un sevillano, J.C.R., de 37 años, que se encargaba supuestamente no sólo de dar salida a la mercancía procedente de los estancos y bares asaltados por los rumanos, sino que también se agenciaba tabaco de contrabando procedente de Gibraltar, que transportaba en varios vehículos, así como también de Las Palmas de Gran canaria, a través de paquetería que le llegaba por vía aérea. Este sujeto, que ha quedado en libertad con cargos, era luego el 'mayorista' que abastecía de tabaco de contrabando a kioscos y tiendas del Aljarafe sevillano, según la Guardia Civil

La Operación Tutum (tabaco en rumano) se ha desarrollado en varias fases. La primera tuvo lugar la madrugada del 26 de abril, cuando cayeron los rumanos que ejecutaban los robos cuando iban a asaltar un estanco en la localidad onubense de El Rompido. Tras cuatro registros domiciliarios en Sevilla capital, los agentes detuvieron a los otros 8 rumanos que aguardaban la llegada del género robado.

El 29 de abril caía el cabecilla de la red sevillana, en cuya casa fueron incautadas 7.000 cajetillas de tabaco de contrabando. Y finalmente, el pasado 3 de este mes de mayo, eran detenidos los 10 miembros de la organización que supuestamente dirigía el hispalense, cuatro mujeres y seis hombres (dos de ellos, también rumanos). Entre este grupo, destaca también otro vecino de Sevilla, L.J.R., de 43 años, al que se le considera responsable de los envíos de tabaco desde Canarias.

Para llevar a cabo la operación, la Policía Judicial de la Comandancia de Cádiz ha contado con la colaboración de efectivos de la Compañía de Villamartín, de la Comandancia de Huelva y del Subsector de Tráfico de Sevilla.