No estuvo tanto tiempo como Ricardi en la cárcel por un error judicial, aunque a él también la experiencia le hacambiado la vida.

Tiene grabada a fuego en su memoria aquella fatídica tarde del domingo 16 de julio de 2006. Tenía 22 años de edad, y estaba jugando al billar con sus colegas en La Bombonera, una cafetería de su pueblo natal, Vejer. Un amigo le llamó para que bajara a la Venta de los Olivos para recogerlo. Cogió su coche, y bajando la cuesta, le adelantó otro automóvil en una curva que invadió el carril contrario chocando de frente contra un turismo en el que viajaban tres personas, un matrimonio y su hijo, con el trágico resultado de la muerte del progenitor. Y acabó en la cárcel, acusado de participar en una carrera ilegal de coches que la Audiencia Provincial acabó considerando inexistente. Y no sólo eso. Jesús Gil Muñoz, el joven de Vejer que pasó 14 meses en prisión preventiva por su supuesta participación en esa carrera ilegal que nunca tuvo lugar, pasó de ser considerado un villano a un héroe. El fallo que lo absolvió en diciembre de 2008 consideróprobado que él socorrió a las víctimas del mortal accidente, en contra de los sostenido pot fiscal y acusación particular, que lo acusaban además de un delito de omisión del deber del socorro.

Hasta que su verdad, la de su acompañante, el joven que iba con él en el coche y la de los testigos que declararon que socorrieron a las víctimas y pidieron ayuda, se impuso, Jesús lo perdió todo. Citado como testigo del accidente para declarar por la Guardia Civil, fue al cuartel, donde le colocaron las esposas y le condujeron ante la juez de Barbate, que lo envió a la cárcel . Comenzaban así los 14 meses de prisión injusta que sufrió, 466 días, desde el 24 de julio de 2006 hasta el 24 de septiembre de 2007, cuando por fin accedieron a ponerlo en libertad, a la espera del juicio que lo declaró inocente, tras darse al fin audiencia a los testigos que le vieron ayudar a los heridos. A su salida de prisión, el calvario no había terminado. En Vejer nadie le dio trabajo. Todo el mundo le señalaba con el dedo. Y tuvo que terminar yéndose a Algeciras a trabajar, de albañil, de lo que él trabajaba cuando se topó de bruces con el accidente que le cambió la vida.

Todo esto es lo que su abogado, el gaditano José Luis Ortiz Miranda, recoge en la reclamación de indemnización que ha realizado al Ministerio de Justicia. Que Jesús, sin ningún antecedente, fue víctima de un gravísimo error judicial que de la noche a la mañana lo mandó a la cárcel, perdiendo su trabajo y sufriendo junto a sus familiares y su novia una forzada separación y él además, una injusta reclusión y un enorme desprestigio personal y social. Por vivir en un pueblo en el que todos le señalaban.

Su letrado cuantifica en 127.800 euros la indemnización que debe percibir. Una suma que se obtiene de multiplicar los 426 días de prisión indebida sufrida por 300 euros que englobarían "tanto el daño moral, incluidos los perjuicios por la necesidad de asistencia psicológica para superar la situación angustiosa vivida, como el lucro cesante por la pérdida de su puesto de trabajo y los gastos generados pro las continuas visitas a prisión de sus padres y su novia".

La reclamación se presentó en febrero. Aún no ha habido respuesta.