Irregularidades en la cartelería y en folletos publicitarios, deficiente información sobre los precios, no disponer del libro de reclamaciones o que los instrumentos para pesar los productos, como balanzas, no estén debidamente verificados, son algunas de las irregularidades más comunes que los establecimientos de restauración presentaron en 2009 en relación a la normativa que protege a los consumidores. En concreto, casi cuatro de cada diez establecimientos gaditanos de este tipo -el 39%- incumplía algún tipo de norma sobre los derechos de los usuarios, según se desprende de la campaña de inspección llevada a cabo el año pasado por el personal de Consumo de la Consejería de Salud.

Según estos datos, durante los controles de 2009 (en los que se han supervisado restaurantes, cafeterías, bares, tabernas, bodegones, ventas de carretera, chiringuitos y quioscos fijos o móviles que sirven productos alimenticios), los técnicos de Consumo han realizado en Andalucía un total de 820 inspecciones en más de 680 establecimientos, de las que 241 arrojaron algún tipo de irregularidad, lo que supone el 29% del total, un porcentaje inferior al registrado durante 2008 (43%).

Según la Junta, la exactitud en el peso y medida de los bienes que se ofrecen a los usuarios, la correcta prestación de los servicios, el cumplimiento de las normas de calidad, así como la legalidad, transparencia y accesibilidad a los precios son algunos de los elementos que se revisan por los técnicos de Salud en este tipo de campañas, "en los que se hace especial hincapié en comprobar si se informa del precio final completo de los productos, incluyendo el IVA, y si la charcutería y los mariscos se sirven por unidad de peso y no por ración", añadió la Administración en un comunicado. Asimismo, durante estas actuaciones se comprueba si se cumplen las normas sobre comercialización de productos de pesca de tallas mínimas y de épocas de veda.

En la provincia de Cádiz, en 2009, los servicios de Consumo de la Consejería de Salud realizaron 46 inspecciones relacionadas con establecimientos de restauración.

Las irregularidades más frecuentes en el conjunto de Andalucía, según los datos que arrojó la campaña de 2009, son la falta de verificación de las balanzas que se usan para pesar los productos, que se da casi en el 45% de los casos; así como carecer de hojas de reclamaciones de la Junta (11%). También en un 11% de los establecimientos inspeccionados se observó que los precios, cuando son distintos en la barra y en mesa, no se encuentran debidamente reflejados en las cartas o listas de precios.

Igualmente, en un 26% los restaurantes y cafeterías de primera categoría no situaban las cartas de comidas y bebidas y las listas de precios tanto en el interior como en el exterior. En un 16% de los casos, la empresa no disponía de la documentación acreditativa sobre la formación de los manipuladores.