Dos aviones nuevos, 40 rutas, 2.000 puestos de trabajo generados y hasta dos millones de pasajeros anuales para una terminal que cerró el último ejercicio con poco más de cuatro millones de usuarios. Es la suculenta oferta de la aerolínea Ryanair a la ciudad de Sevilla para instalar una base de operaciones en su aeropuerto, la quinta en España tras las de Gerona, Reus, Alicante y Madrid, y la más sureña de las habilitadas en Europa.

La propuesta fue presentada en julio a directivos del aeropuerto sevillano y de la agrupación empresarial Sevilla Turismo Convention Bureau por parte del vicepresidente de la aerolínea, Michael Cawley. Las condiciones exigidas por Ryanair para su implantación en la ciudad, históricamente asociadas al pago por pasajero o a subvenciones promocionales, no se ha concretado en el caso Sevilla, aunque Cawley avanzó que una de ellas es la formulación de descuentos en tasas aeroportuarias a cambio de la generación de tráfico. Los agentes turísticos de Sevilla han acogido la propuesta con interés y la están estudiando. La compañía, por su parte, ha advertido de que candidatos no faltan.

La instalación de una base de Ryanair es una aspiración histórica de la ciudad de Jerez, del aeropuerto y del sector turístico gaditano. La llegada de la firma, que llegó a abordarse en diversas reuniones en 2006, quedó siempre supeditada a la ampliación de la terminal, proyecto aún en desarrollo.