Provincia de Cádiz

Las obras del tranvía chocan con una de las baterías del puente Zuazo

  • La adjudicataria estudia cómo salvar una de las estructuras defensivas históricas que se localiza justo en medio del trazado hacia Chiclana · El Ayuntamiento planteó un viaducto, que ha sido descartado

Las obras del tranvía metropolitano de la Bahía de Cádiz en el tramo comprendido entre La Isla y Chiclana han encontrado un obstáculo que aún no saben cómo salvar: la batería de Alburquerque, una de las estructuras defensivas que forman el conjunto del Sitio Histórico del Puente Zuazo, situado entre los términos municipales de San Fernando y de Puerto Real. Un entorno patrimonial que también está pendiente de su rehabilitación con vistas al Bicentenario de Las Cortes que los isleños celebrarán el año que viene.

La citada batería, que discurre paralela a la CA-33 a la altura de Tres Caminos, a la salida de San Fernando, se encuentra justo en medio del trazado por el que discurrirá el tranvía metropolitano, cuyas obras -promovidas por la Consejería de Obras Públicas y Transportes con la colaboración de los ayuntamientos de Chiclana y La Isla- han empezado hace apenas unos meses.

La estructura histórica, de momento, ha sido acotada para resguardarla de los trabajos que se están llevando a cabo en la zona mientras se encuentra una solución para salvar la batería defensiva. El problema es que la alternativa no está nada clara todavía. La continuidad de las obras, de hecho, amenaza la integridad del monumento si no se adopta en breve una alternativa que lo preserve y que tenga además en cuenta el proyecto de rehabilitación del conjunto que en breve se llevará a cabo.

Existe además una recomendación expresa de la Consejería de Cultura, que informó favorablemente al proyecto del tranvía en estos tramos con la condición de proteger necesariamente el conjunto patrimonial que podría verse afectado.

El Ayuntamiento, haciéndose eco de los argumentos esgrimidos por los autores del proyecto de rehabilitación del Sitio Histórico, sugería la realización de un viaducto sobre el que circulara el tranvía, a unos cuatro metros de altura, y que al mismo tiempo mantuviera a salvo la antigua estructura defensiva. Esta opción, no obstante, ha quedado inicialmente descartada por la dirección de las obras, que la considera inviable.

Por otro lado, algunos ciudadanos han denunciado también la desaparición durante las obras de tramos del antiguo parapeto defensivo que unía las fortificaciones, muralla defensiva de la que tan sólo quedan algunos restos ya que fue prácticamente demolida cuando se realizó la autovía. En la rehabilitación prevista se prevé, de hecho, la reconstrucción de parte de este parapeto.

El conjunto defensivo formado por las baterías, el puente Zuazo y el Real Carenero -el primitivo astillero- aguarda desde hace meses la puesta en marcha de las obras de rehabilitación, una actuación que está pendiente tan sólo de la adjudicación de las obras por parte del Ministerio de Fomento. El trámite podría estar resuelto en las próximas semanas.

Lo paradójico del asunto es que esta recuperación del Sitio Histórico -fortificaciones que fueron claves en la Guerra de la Independencia, que se vinculan a la celebración de Las Cortes de 1810 y que en parte se ven amenazadas por las obras del tranvía en el tramo que va hacia Chiclana- constituye el proyecto estrella del Bicentenario que La Isla celebrará el próximo año.

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