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Provincia de Cádiz

La cadena Riera Marsá abandona el proyecto hotelero de El Palmar

  • La firma cancela el plan para construir el mayor complejo turístico de la costa, promovido desde 2001

La sociedad Pinar Costa Atlántica, formada por un grupo de empresarios mallorquines y liderada por la empresa Riera Marsá, abandona el histórico proyecto para construir en la playa de El Palmar el mayor complejo turístico de la Costa de la Luz, dos grandes apartahoteles con 1.300 plazas junto al mar con una inversión de 88 millones de euros. El presidente de Pinar Costa Atlántica, Esteban Riera Marsá, corroboró ayer esta renuncia, que es una consecuencia directa de la crisis: la empresa no encuentra financiación para hacer frente al macroproyecto en un mercado en el que, además, las expectativas de rentabilidad del combinado hotel y ladrillo se están evaporando hasta la sequedad. "No hay nada más que hacer", sentenció ayer el empresario, que ha pasado toda la década a caballo entre sus negocios de Mallorca y sus anhelados planes en Cádiz.

Riera Marsá presentó su proyecto hotelero para El Palmar en 2001 de la mano del Ayuntamiento de Vejer, que ha basado el futuro turístico del municipio en esta iniciativa durante las dos últimas legislaturas. El plan no obtuvo la aprobación definitiva de la Junta de Andalucía y del propio Consistorio hasta mayo de 2007, después de seis años de embarrados trámites, modificaciones técnicas y constantes retrasos burocráticos en los despachos de la Administración regional. El final del proceso, lejos de convertirse en la solución, dejó al empresario justo en la boca del túnel de las hipotecas basura. Los bancos restringieron los préstamos a los promotores que antaño concedía a espuertas, con mínimas garantías. Ya no había dinero para prestar dinero.

Durante los dos últimos años, la compañía ha buscado sin éxito financiación externa en entidades bancarias, fondos de inversión, sociedades de capital riesgo españolas y extranjeras, socios inmobiliarios y hoteleros. Pese a estas dificultades, que afectan a la enorme mayoría de los promotores del país, Riera Marsá ha subrayado en repetidas ocasiones que su interés se mantenía "intacto", a la espera de tiempos mejores, y siempre ha mantenido la esperanza de construir los hoteles de El Palmar. Hasta ahora.

La empresa trasladará su renuncia por escrito al Ayuntamiento de Vejer en los próximos días, y ahora busca una solución para traspasar la parcela de 245.000 metros cuadrados junto a la Torre de Castilnovo que compró a principios de la década.

El alcalde de Vejer, el socialista Antonio Verdú, que ayer no tenía constancia de la retirada definitiva de Riera Marsá, ha asistido a la demora del proyecto comprensivo, primero, después impaciente, y, al final, taxativo. Tras varias reclamaciones estériles, relató el regidor, el Ayuntamiento inició hace varias semanas un requerimiento administrativo a la empresa para que comenzase de una vez por todas las obras en Malcucaña. En dicho requerimiento, el Consistorio advertía de su intención de "sustituir" al promotor -rodea Verdú-, bien mediante el desarrollo del proceso urbanizador a cargo del propio municipio, bien a través de la expropiación de la parcela y su licitación a una tercera empresa dispuesta a invertir. "Es una cuestión de responsabilidad política y a favor de la ley. No podemos hacer mutis por el foro ante esta situación. Había que actuar y blindar al Ayuntamiento ante posibles movimientos especulativos que pudieran producirse en torno a esa parcela", argumentó el alcalde.

Antonio Verdú lamentó que un proyecto "estratégico" del municipio, y abanderado por su equipo de Gobierno con la expectativa de generar 300 puestos de trabajo directos, haya quedado desbaratado a causa de la crisis. Riera Marsá pretendía levantar dos apartahoteles con un total de 680 habitaciones de cuatro y cinco estrellas, en un complejo de edificios de dos plantas, con un perfil que recrearía una villa turística en la línea urbana de Conil y Vejer, en perpendicular a la playa, y equipado con un campo de golf de prácticas. El alcalde apunta que la parcela, aun sin promotor, sigue siendo un "pastel" turístico.

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