Fitur no exhibe fortaleza por más que el turismo necesite mensajes optimistas. En la jornada de inauguración del evento, durante años al borde del colapso, no hubo atascos en media ciudad, ni eternas esperas en las paradas de taxis, ni degustaciones gastronómicas abarrotadas. Son tres indicadores a pie de feria, tan claros como los datos ofrecidos por la organización: un 9% menos de expositores que en la última edición, o más de un millar de empresas que han borrado la asistencia a Madrid de su lista de tareas para este incierto 2009.

Fitur, mejor, consigue mantener el tipo, y aprovecha su vigésimo novena edición para reivindicar el papel del turismo como uno de los sectores económicos que mejor -o menos mal- está soportando la indigesta crisis. Éste fue el principal mensaje del presidente de la Junta de Andalucía, Manuel Chaves, que declaró en la inauguración de la feria su intención de utilizar este sector "como palanca" para impulsar la región.

El presidente, escoltado por su consejero de Turismo, Luciano Alonso, y al frente de un despliegue promocional de 2,5 millones de euros, ensalzó la "fortaleza" y "estabilidad" del destino y esgrimió los resultados de 2008: una caída del 2,6% del número de viajeros, un descenso de las reservas hoteleras del 1,3%, y unos ingresos cifrados en 17.100 millones de euros, similares a los de 2007 en términos reales. Buenos resultados analizados de forma específica, según Chaves, y sólo negativos en la comparativa con el año anterior, un 2007 en el que la Comunidad registró un récord.

Es la dinámica del vaso, de cuánto se llena, y habrá que volver a emplearla en este 2009, que se presenta como "un año difícil, también para el turismo". Según avanzó Chaves, el número de viajeros caerá en Andalucía entre un 1,2% y un 2%. "No es un descenso importante", señaló, aunque sí se convierte en la primera previsión negativa que ofrece la Administración a estas alturas de año.

Para la provincia, que sobrelleva la crisis con más dificultades que otros destinos, son vaticinios preocupantes. Frente al crecimiento experimentado por las vecinas -y competidoras- Huelva y Málaga, Cádiz registró un descenso superior al 4,5% de viajeros y pernoctaciones, y empeoró la media andaluza.

Los representantes empresariales y políticos de la provincia que acudieron ayer al recinto ferial Juan Carlos I, lejos de bajar los brazos, arengaron al sector, aunque todos coincidieron en que la Costa de la Luz se enfrenta a un año de clara recesión. El presidente de la asociación de hoteleros, Antonio Real, respaldó la reflexión ya formulada por el Patronato de Turismo de Diputación: "La mejor de las previsiones es repetir lo de 2008. Siendo optimista. Estamos a la espera de ver cómo repercuten las medidas del Gobierno para la reactivación económica en el consumo. Hay mucha incertidumbre", observó.

Para la provincia, sólo dos atisbos de esperanza: la planta hotelera no va a crecer este año y, por lo tanto, no habrá más negocios entre los que repartir el negocio; y Grupo TUI, principal vendedor de viajes a Cádiz en Europa, ha corroborado que mantendrá su actividad al mismo nivel de 2008, en clientes y en precio.

Durante la mañana, la patronal hotelera lanzó una advertencia sobre la tendencia a la baja de tarifas por habitación que sufre Cádiz: "Cada uno sabe como puede o no vender, pero dejarnos llevar por ofertas y bajadas de precios es un error que amenaza la imagen del destino", sostuvo Real. El consejero de Turismo también pidió moderación en el cálculo de tarifas para no salir de la crisis en peores condiciones competitivas.

Pese al aborrecible horizonte, la provincia se presentó ayer en Fitur con una expedición formada por más de un centenar de personas y hasta seis expositores, por los que desfilaron alcaldes y altos cargos del PSOE con Manuel Chaves al frente. El presidente pidió cohesión y se comprometió: "No voy a abandonar al sector".