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Provincia de Cádiz

Grazalema rinde homenaje a los bandoleros de mediados del XIX

  • La localidad serrana celebra la segunda edición de una recreación histórica en la que se vuelcan todos sus habitantes

En un lugar de la sierra, de cuyo nombre no quiero acordarme… Bien podría empezar así esta historia, o, mejor dicho, la historia que Grazalema ha guardado entre sus calles durante casi dos siglos. Corría el año 1832 cuando el municipio fue testigo de una de las etapas más conocidas del famoso bandolero José María Hinojosa, conocido por todos como El Tempranillo. Cuando el año alumbraba apenas sus primeros días, el 6 de enero, María Jerónima, esposa del mítico bandolero, dio a luz a su hijo, en un cortijo cercano a Grazalema.

Y esta será la historia que los vecinos de Grazalema, así como los de su pedanía, Benamahoma, rescatarán este fin de semana en la localidad gaditana. Durante tres días, Grazalema se transformará y los bandoleros volverán a las andadas por sus calles. En torno a 1.000 vecinos ataviados con las vestimentas del momento (una cifra que doblaría a los participantes de la anterior edición), participarán en dicha recreación, convirtiéndose en protagonistas de la época en que los bandoleros cabalgaban escondidos de la justicia, por la sierra de Cádiz.

La plaza de Los Asomaderos se convertirá en la Grazalema de 1832, donde quedarán representados los principales oficios de la época: las chacinerías, las costureras, las queserías, las fábricas de mantas, las dulcerías con típicos cubiletes y amarguillos…, profesiones que en muchos casos han sobrevivido con el paso de los años. Las típicas tabernas del momento, la gastronomía de 1832, los utensilios de entonces, hasta el mínimo detalle, está cuidado para que, al cruzar la entrada de Los Asomaderos, el año 2008, irónicamente, quede atrás y 1832 se abra ante nuestros ojos como si de un espejismo se tratase.

La segunda recreación histórica presenta este año novedades. "Hemos apostado más fuerte este año, viendo el éxito del año pasado, que fue más bien una experiencia piloto. Desde los presupuestos, hasta el número de actores y actrices que participan en el teatro, así como el número de colaboradores, de casetas o el decorado en general, todo hemos intentado mejorarlo", dice María José Lara, alcaldesa de Grazalema. Un total de 27 casas, decoradas al más puro estilo bandolero por los vecinos de Grazalema y Benamahoma, la Iglesia, el Ayuntamiento, la cárcel y el campamento de los bandoleros, conformarán el improvisado municipio donde se desarrollarán los actos.

Otra de las iniciativas que se ha puesto en marcha desde el Ayuntamiento es un servicio de microbús urbano. Casi todas las casetas de la Grazalema de 1832 están destinadas a fines benéficos. Las recaudaciones que durante este fin de semana se consigan irán destinadas a numerosas asociaciones locales, unas 22 aproximadamente, como la Peña del Toro o la Asociación de Moros y Cristianos de Benamahoma.

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