Rafael Román, histórico militante del PSOE gaditano, es quizás uno  de los máximos defensores de Pedro Sánchez tanto en la provincia como en el conjunto de Andalucía. Desde esta posición, no duda en reconocer que en su estado de ánimo se han asentado la desolación y la tristeza "porque ver cómo unos compañeros intentan hacerse con el poder del partido entrando por la puerta de atrás es algo muy penoso".

El que fuera presidente de la Diputación de Cádiz, concejal en el Ayuntamiento gaditano, senador, diputado nacional y consejero de Cultura de la Junta, culpa directamente a la dirección del PSOE andaluz de la crisis abierta en el seno de este partido. Pero aclara que esto no es de ahora sino de hace dos años, cuando Pedro Sánchez fue elegido secretario general. "Jamás le han respetado. Los dirigentes del PSOE de Andalucía le han tratado sin la más mínima lealtad porque han vivido en una situación de total desacato. Ha habido tantos insultos y tantos desprecios desde Andalucía al secretario general de mi partido que yo he pasado vergüenza ajena", subraya muy molesto un Rafael Román que recuerda una obviedad: "El PSOE de Andalucía no es un partido autónomo sino una federación que pertenece a una formación político de ámbito federal".

Román, que milita en el PSOE desde 1974 y que ha vivido muchos congresos históricos de este partido, entiende que Felipe González es "una voz autorizada en el PSOE pero que no puede sustituir a los órganos de dirección", lamenta que Susana Díaz "esté más preocupada en subirse al AVE que en defender los intereses de los andaluces" y está convencido de que la calma volverá al seno del PSOE una vez que se celebre el próximo congreso extraordinario.